Santana reducirá su plantilla en Jaén

El futuro se complica para Santana Motor. Si la caducidad de las licencias para producir modelos de la marca japonesa Suzuki y la falta de productos propios habían puesto a la planta de Linares en entredicho, el diario El Mundo anuncia hoy que la empresa planea ahora despedir al 50 por ciento de su plantilla. Esta medida podría anunciarse tras las próximas elecciones del 14 de marzo.

La proximidad de las elecciones generales de marzo ha aplazado de momento la intención de Santana Motor de aplicar un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir al 50 por ciento de su plantilla de la fábrica de Linares. El fabricante español de automóviles, que es controlado por el gobierno autónomo andaluz a través del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), emplea en la factoría jienense a un total de 600 trabajadores, cuyo puesto laboral se encuentra ahora mismo en el aire.Santana Motor planea esta iniciativa acuciada por sus últimos resultados. El constructor español perdió 23,7 millones de euros en 2002, fecha en la que –además- Suzuki le comunicó la no renovación del contrato que mantenía con la entidad andaluza para distribuir de forma exclusiva sus modelos en España.Ya el pasado año, Santana se vio obligada a elaborar un Plan de Acción para lograr la supervivencia de la compañía. Entre las medidas aprobadas figuraban la extinción de contratos para el personal mayor de 50 años y ayudas para el traspaso de más de 400 trabajadores integrantes del grupo a otras empresas de capital privado. Ahora, sin embargo, esta decisión parece insuficiente.Pese a todos los problemas que han aparecido en los últimos dos años, la Junta de Andalucía se ha mostrado siempre optimista sobre el futuro del fabricante español. De hecho, la entidad andaluza mantiene vigente hasta 2006 otro contrato con Suzuki, por el cual Santana tiene todos los derechos para la fabricación y comercialización en España de los modelos japoneses Jimny y Vitara. Hace sólo una semana, la Administración autonómica se comprometió a ampliar la vigencia de las garantías de este acuerdo, asegurando que las negociaciones con Suzuki para renovar la licencia de producción y venta de estos todo terreno van por “muy buen camino". No obstante, las gestiones parece que no marchan tan bien como desearía el Ejecutivo andaluz, ya que –según fuentes próximas al grupo jienense, Suzuki tiene ahora la intención de trasladar esa fabricación a la planta que posee en Hungría. Según estas informaciones, la marca japonesa podría haber ofrecido ya una indemnización al fabricante español, a cambio de rescindir el contrato de forma anticipada. Hay que recordar que el presidente de Suzuki Ibérica, Koji Tarumoto, siempre ha subrayado la productividad y los costes que presentan las instalaciones del grupo en Hungría como una opción para el Jimny y el Vitara.