Zapatero promete 3.900 kilómetros de autovías

Si llega a gobernar tras las elecciones del 14 de marzo, José Luis Rodríguez Zapatero, candidato del Partido Socialista, pondrá en marcha un plan de infraestructuras cuyas líneas maestras acaban de conocerse. Se trata de un programa de obras públicas que “vertebrará España" y supondrá una inversión de más de 109.000 millones de euros antes de 2015.

Zapatero apuesta por una red de comunicaciones terrestres que sirva para que en 2015 haya “una España integrada y cohesionada". Su modelo se aparta del centralismo que han seguido las administraciones de Aznar y sugiere un trazado de nuevas comunicaciones en malla, una red que permita unir zonas que, hasta ahora, no estaban bien comunicadas. “No se trata sólo de llegar rápido de Badajoz a Madrid, sino también de Badajoz a Sevilla", explica Zapatero.Para lograr este ambicioso objetivo, el líder del PSOE cuenta con un programa de infraestructuras que se desarrollaría, en caso de ganar, a lo largo del próximo decenio.

Este plan, con una inversión total de 109.043 millones de euros, afecta a carreteras, vías férreas y puertos de mar. De esta inversión, las carreteras se quedarían con 38.046 millones de euros.
Esta ingente cantidad de dinero servirá a Zapatero para poner en marcha su reforma de las infraestructuras viarias. Por un lado, se terminarían las obras que está en marcha, lo que representar 2.129 kilómetros de nuevas autovías. Después, se construirían 3.887 kilómetros de nuevas autovías, entre las que habría un vasto eje de conexión que iría desde Sevilla hasta Francia pasando por Barcelona.Acompañando al plan de infraestructuras, el PSOE propone la creación de un Plan Intermodal de Servicios e Infraestructuras del Transporte. Es la primera vez que un programa de este tipo se desarrolla según criterios de desarrollo sostenible, teniendo en cuenta aspectos como los efectos sobre el paisaje, la contaminación, etc.
Además, se promete más dinero para el mantenimiento de las carreteras y para la seguridad vial y también la creación de una Agencia Nacional de Seguridad Vial, un organismo ex novo que asuma las funciones de la Dirección General de Tráfico y, además, atienda a más disciplinas.