Los radares ponen 1.363 multas su primer día

El primer día de puesta en funcionamiento de los radares de la M-30 se ha saldado con sanciones para 1.363 conductores que superaron con sus vehículos el límite máximo de velocidad en esa vía.

Esta noche se activan los radares de la M-30
Esta noche se activan los radares de la M-30

Los dos radares fijos colocados en la M-30 (en la zona de San Pol del Mar y de O’Donnell) y los móviles que circulan por esta vía de circunvalación “cazaron" a 1.363 automóviles que superaron la velocidad máxima permitida, 90 km/h.Según fuentes municipales, la velocidad media de los infractores fue de 165 kilómetros por hora. Incluso, el dueño de un BMW marcó el récord, al ser “pillado" a 215 km/h. Este conductor deberá afrontar una multa de 302 euros y una propuesta de retirada del carné, una sanción que desde el Ayuntamiento se considera muy suave si se tiene en cuenta el riesgo que ocasionó ese vehículo al resto de los automovilistas. Desde el Ayuntamiento se muestran satisfechos con el poder de coacción de los radares fijos. Según los datos municipales, desde el anuncio de su puesta en funcionamiento (antes se encontraban, por decirlo así, en pruebas) el número de conductores que ha decidido levantar el pie del acelerador ha incrementado. De hecho, cuando estos elementos de vigilancia de la velocidad aún no sancionaban, se detectaban diariamente entre 3.500 y 4.000 vehículos que circulaban a velocidad excesiva. De los 1.363 coches sancionados, 745 lo fueron por el radar de O’Donnell, 485 por el de San Pol del Mar y el resto, 129, por los radares móviles que están colocados en determinados coches de la Policía Municipal.Aparte, los agentes de este cuerpo están experimentando con una especie de pistola de rayos láser que permite medir la velocidad de los vehículos. Al no estar homologada, cuando se detecte una velocidad excesiva, sólo se avisará al conductor de que está incumpliendo la normativa de velocidad, aunque no se le podrá multar. La adopción de esta mayor mano dura en la M-30 responde al intento por parte del Consistorio de reducir la velocidad a la que se circula por esta carretera, que subió en un 10 por ciento el año pasado, y, al mismo tiempo, el total de siniestros, que aumentó en un 5,3 por ciento.