Ford quiere un año récord para España

El objetivo es de récord: vender 175.000 coches en España a lo largo de 2004, un 16,6 por ciento más que en 2003. Así de fuerte es la apuesta de partida que Ford ha puesto sobre el tapete.

Si se alcanza esta meta, José Manuel Machado, presidente de Ford España, considera que se batirá el récord de ventas en el mercado español, que está clavado en 168.000 unidades desde 1989.

Pero llegar tan lejos es difícil. Machado sabe que aumentar las ventas un 16,6 por ciento supone repetir el tremendo esfuerzo de 2003, cuando la marca incrementó sus ventas un 18,5 por ciento, el avance más importante de todas las firmas generalistas que operan en España.

Para cubrir estos objetivos, Ford España dispondrá de nuevas herramientas. Para empezar, se espera un gran rendimiento del área de vehículos industriales, que debería cerrar el año sobre las 40.000 unidades colocadas gracias a su reforzada estructura comercial, al mando de Manuel de La Guardia.
Además, este debe ser el gran año del Focus C-Max, el monovolumen compacto recién llegado. A este coche se le adjudican unas ventas posible de 20.000 unidades. Por último, el nuevo Focus llegará a los mercados en algún momento de la segunda mitad del año, lo que tendrá que representar un espaldarazo para las cifras comerciales de Ford. La estructura española de la compañía tiene un baluarte claro: la fábrica de Almussafes, en Valencia. Esta factoría está llamada a montar este año 414.000 unidades, un 7,8 por ciento más que el año pasado, cuando las 384.324 ensambladas marcaron un récord en la historia de la instalación.
Esta fábrica, según José Manuel Machado, es un referente dentro de la multinacional, motivo por el que se ha elegido como sede para la fabricación del Focus. El nuevo coche reemplazará en las cadenas de montaje al Focus antiguo y se unirá a los Ka, Fiesta y Mazda 2 en la panoplia de modelos que se ensamblan en Almussafes. En total, de la factoría salen 1.900 coches cada día, aunque está pensada para llegar a los 2.050 diarios.

Los coches que se montan aquí viajan a todo el mundo. Incluso a Japón, donde han empezado a venderse los Fiesta hechos aquí.

En estos momentos, la plantilla valenciana vive un momento de reestructuración, con la llegada de 360 nuevos trabajadores y el relevo de muchos empleados mayores de 60 años. En total, deberían ser sustituidas 600 personas en los próximos dos años.