Políticos y conductores han acogido con recelo la idea de instalar aparatos de vigilancia en los principales nudos viales alemanes, con el fin de detectar coches robados o con matrículas falsas. Los más escépticos argumentan que estos dispositivos podrían ser utilizados con otros fines y violarían los límites de la privacidad.
Al menos así lo ha afirmado Peter Schaar, responsable federal de protección de datos. Schaar asegura que se pueden filmar las matrículas de los automovilistas en casos puntuales, siempre que existan indicios sobre la presencia de un vehículo sospechoso en un lugar concreto. Sin embargo, una vigilancia permanente superaría los límites del derecho procesal alemán. De la misma opinión es Dieter Wirsich, portavoz del club de automovilistas ADAC. Wirsich asegura que la policía y el departamento de protección de fronteras ya poseen suficientes medios para establecer controles de carreteras, recoge el diario “El Mundo".El sistema de vigilancia es sencillo; consiste en instalar cámaras en los principales cruces, autopistas y túneles de la red viaria germana. Estos dispositivos recogerían, día y noche, las imágenes de los vehículos que atravesaran estas zonas y, a continuación, las grabaciones serían digitalizadas para que los ordenadores pudieran leer correctamente las matrículas. Esta información se enviaría a la Oficina Federal de lo Criminal, que contrastaría los números de las placas con los de su base de datos. Si alguno de ellos coincidiera con el de un automóvil robado o si el coche perteneciera a una persona en busca y captura, saltarían las alarmas. Así, podría localizarse rápidamente el lugar por el que circula el vehículo y se procedería a su detención.A pesar de las advertencias en contra de estos dispositivos, el Gobierno de Baviera ha anunciado que está realizando pruebas en dos puntos de control cerca de la frontera con la República Checa. Si el parlamento regional lo aprueba, las cámaras serán instaladas definitivamente.
Los representantes de Baja Sajonia y Renania del Norte también han anunciado su intención de utilizar cámaras para vigilar las carreteras en 2004. Todos ellos argumentan que este método ha obtenido un importante éxito en los países en los que ya se aplica, como Suiza: un dispositivo en el centro de Zurich registra 10.000 matrículas diarias. La alarma automática salta, al menos, cuatro veces al día. Además, con el fin de tranquilizar a sus opositores, señalan que sólo permanecerán grabadas las placas sospechosas; el resto –junto con las imágenes filmadas- se borrarán de forma automática.
