Fomento proyecta más vías de peaje en Madrid

El Ministerio de Fomento parece haber encontrado la solución para evitar los atascos que cada mañana se producen en los accesos de la capital. El gabinete de Álvarez Cascos cuenta ya con terreno suficiente para construir las nuevas autopistas de peaje R-1 y R-6, que irían paralelas a las actuales N-I (Madrid-Irún) y A-6 (Madrid-A Coruña). Los informes medioambientales y la viabilidad del trazado dirán ahora si la alternativa es posible.

Fomento podría llevar a la práctica uno de sus grandes objetivos en un breve período de tiempo: la construcción de vías alternativas a la N-I y A-6, dos de las carreteras de acceso a Madrid con más nivel de circulación. A lo largo de la actual legislatura, el Ministerio que dirige Francisco Álvarez Cascos ha contemplado este proyecto en todos sus planes de carreteras de alta capacidad, pero la dificultad para encontrar suelo por el que construirse echaban por tierra su viabilidad.Ahora, Fomento parece haber encontrado ya dos corredores por los que podrían transcurrir estas autopistas de peaje. El trazado, sin embargo, es todavía una incógnita, ya que el Ministerio no quiere informar del recorrido hasta aprobar el proyecto.Fomento tenía especial interés en encontrar una salida paralela a la N-I. Los desarrollos del zona norte de Madrid (con nuevos barrios como Sanchinarro, Montecarmelo y Las Tablas), así como el tremendo crecimiento de localidades como Alcobendas o San Sebastián de los Reyes, están complicando mucho la circulación por esta carretera. La vía que ahora se proyecta ha sido reclamada en numerosas ocasiones por alcaldes de muchos municipios del enclave.También la A-6 (carretera de la Coruña) tendría un importante desahogo con la nueva radial R-6. Según Álvarez Cascos, precisamente es este último proyecto el que “está más avanzado, a pesar de haber sufrido también mucha falta de espacio para construir. Al final, eso sí, se ha solucionado".Los proyectos, sin embargo, no están todavía ni mucho menos cerrados. Antes de comenzar las obras se han de realizar los informes medioambientales previos. En caso de contar con la aprobación de éstos, llega la fase de información pública, en la que se pueden presentar alegaciones contra el recorrido de la carretera. Además, hay que tener este año en cuenta otro factor: la convocatoria de elecciones generales. La nueva política de carreteras no se decidirá hasta que no salga definitivamente un Gobierno de las urnas.