El precio de una copa de más al volante

Afirma el dicho que la letra con sangre entra y ese parece que ha sido el espíritu que ha motivado a Automovilistas Europeos Asociados (AEA) a realizar una campaña que conciencia a los conductores para que no beban ya que las consecuencias para su bolsillo pueden ser muy perniciosas.

El 30,7 por ciento de los muertos en carretera habían bebido
El 30,7 por ciento de los muertos en carretera habían bebido

AEA sostiene que la mayoría de los conductores de nuestro país desconocen las consecuencias económicas que tiene el alcohol en la conducción. Para ello, se sirve de una encuesta realizada y que demuestra que el 72 por ciento de los automovilistas españoles desconoce que los seguros excluyen de su cobertura los daños causados por conductores ebrios aunque éstos los tengan contratados “a todo riesgo". Es decir, las indemnizaciones que han de abonarse a los heridos o a los familiares de los fallecidos deben salir del bolsillo del conductor ebrio o, en su defecto, del dueño del vehículo si éste fuera insolvente.La asociación de automovilistas cita la ley que regula el seguro de responsabilidad civil de suscripción obligatoria del automóvil, de 1995, que permite a las aseguradoras, una vez pagadas las indemnizaciones, reclamar su importe en el caso de los daños causados por automovilistas con niveles de alcohol superiores a lo permitido. El estudio de AEA demuestra el desconocimiento en este asunto de los españoles. El 86 por ciento de los preguntados no sabe que en caso de prestar el coche, el propietario del mismo responde por los daños causados por los conductores ebrios. Al mismo tiempo, la práctica totalidad de los encuestados desconocen que la condena por conducir bajo los efectos del alcohol supone quedar con antecedentes penales.Para intentar concienciarnos, AEA ha lanzado una campaña muy impactante en la que, a través de mensajes basados en casos reales, intenta que no bebamos alcohol cuando vamos a coger el coche.Ejemplo de esta campaña es este mensaje: ¿Estás dispuesto a perder tu casa por una copa de más?
Andrés y María tenían un buen motivo para celebrar un importante acontecimiento en sus vidas. Aquel día habían terminado de pagar la última letra de la hipoteca de su piso. Después de quince años de esfuerzos ¡por fin! su casa era totalmente suya. Y decidieron celebrarlo por todo lo alto en un buen restaurante de las afueras. Sin embargo, su inmensa alegría se convirtió en un drama inimaginable cuando de regreso a casa colisionaron con otro vehículo causando graves lesiones a sus ocupantes.
Hoy Andrés y María viven en una modesta vivienda de alquiler porque el juzgado les embargó su casa para hacer frente a los 360.000 € con que tuvieron que indemnizar a los lesionados.
Quizás esas últimas copas fueron las más caras de su vida.
Si conduces bebido, olvídate del seguro