Peugeot 407

Peugeot acaba de presentar de forma estática su nuevo buque insignia. El 407, que llegará en abril a España, supone un salto cualitativo y cuantitativo sobre el 406, pero, sobre todo, y en esto nos “mojamos", también un salto estético.

Peugeot 407
Peugeot 407

Felino e impresionante. Esos dos adjetivos han sido los primeros que han pasado por nuestra cabeza cuando hemos contemplado por primera vez la última realización de Peugeot, el 407.El nuevo producto de la marca francesa, que sustituirá al 406 en la próxima primavera, nace con la ambición de convertirse en la referencia dentro del segmento de las berlinas medias. Su diseño exterior no dejará indiferente a nadie. Visto de frente, nos sorprende su gran toma de aire bajo el capó, que ligeramente nos recuerda a la de algunos Maserati y algunos Aston Martin, y unos faros de dimensiones casi mastodónticas que se “estiran" hacia atrás y multiplican la sensación de dinamismo del modelo. En el frontal, al mismo tiempo, el logo de la marca, el conocido león, adquiere mayor protagonismo.Desde el lateral, su “morro" alargado posee una fluidez de líneas que se rompe con una trasera compacta. Mirándolo desde este punto de vista, es innegable su similitud con el 607, aunque con un aire más coupé. Este 407 tiene también algunos rasgos estilísticos muy atractivos. Así, podemos observar que los retrovisores están situados sobre la puerta delantera, al igual que en el Renault Vel Satis, en vez de ir a la altura del pilar A; y la apertura del maletero se realiza pulsando sobre el cero del logo trasero del 407, como en el 607.

Si entramos a analizar las cifras, nos damos cuenta que este 407 está entre los automóviles más grande de su segmento. Así, su longitud, 4,67 metros, supera a la de modelos como el C5, Laguna o Vectra y se queda por debajo únicamente del Mondeo, que mide 4,72 metros. También es más ancho y más bajo que sus rivales, con excepción del citado Mondeo, que le iguala en anchura (1,81) y es más bajo que él (1,43 metros frente a 1,44) Respecto a su antecesor, el 406, es 7 centímetros más largo, 5 más ancho, 3 más alto y su coeficiente aerodinámico pasa de 0,32 a 0,29, una cifra muy destacada. Su batalla ha crecido también en 2 centímetros, algo que debe revertir sobre una mayor habitabilidad interior. Donde no va a revertir es en el maletero, que pierde capacidad de carga y pasa de 440 litros a 407. Al mismo tiempo, la boca de carga nos parece algo estrecha. Centrándonos en los motores, no hay apenas novedades en los propulsores de gasolina. Se mantienen el 1.8 16V de 117 CV, el 2.0 16V de 136 CV, el 2.2 de 160 CV y el 3 litros V6 de 211 CV. Los cambios están en las variantes de gasóleo. Se estrena un 1.6 de 110 CV, fruto de la colaboración de PSA con Ford y que ya equipa el Focus C-Max, y un 2 litros de 136 CV. Aparte, para un futuro no muy lejano, Peugeot promete que incorporará un Diesel V6 de 2,7 litros, también realizado conjuntamente con Ford. Todos los motores reseñados cumplen con la normativa Euro IV y todos los Diesel cuentan con filtro de partículas y sistema “overboost" que permite aumentar momentáneamente la presión de la sobrealimentación. Las cajas de cambios disponibles son cuatro, dos manuales y dos automáticas. Las primeras pueden tener cinco o seis relaciones, dependiendo del motor al que están asociadas, mientras que las automáticas (cajas autoactivas con mando secuencial Tiptronic) pueden tener cuatro o seis velocidades, dependiendo del mismo criterio. Las suspensiones, según Peugeot, tienen el objetivo de “garantizar una seguridad activa de primer orden preservando el confort a bordo", por lo que se ha optado por un tren delantero de doble triángulo y pivote desacoplado y un tren trasero multibrazo. En la versión V6 de gasolina, la más potente, la suspensión y la dirección son específicas y cuenta con cuatro amortiguadores controlados independientemente.