Habrá Plan Prever para comprar coches de segunda mano

La semana pasada supimos que el Gobierno pensaba aprobar una ampliación de un año del vigente Plan Prever. Ahora, a falta de conocer el texto final de la prórroga, se ha sabido que se podrán comprar coches de segunda mano acogiéndose a la subvención del Prever, siempre que el coche comprado tenga menos de cinco años.

El sector quiere un nuevo plan Prever
El sector quiere un nuevo plan Prever

Esta semana se llevará al Senado el texto de la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos Generales del Estado para 2004. Esta ley anual suele ser una especie de “cajón desastre" donde se cuela multitud de cambios y reformas de última hora.

En esta ocasión sirve de contenedor para ampliar hasta finales de 2004 el Plan Prever, cuya vigencia debía expirar el próximo día 31 de diciembre. El Gobierno, que todavía no ha decidido qué va a hacer para después de la prórroga, ha decidido incluir en ella una modificación muy importante: para acogerse al Prever ya no será obligatorio comprar un coche nuevo. En 2004 se podrán pedir las subvenciones del Plan para comprar un vehículo usado y sustituir con él a nuestro viejo automóvil.
Esta posibilidad es una vieja reivindicación del sector, que últimamente fomenta con ahínco la venta de usados y seminuevos. Ahora, quien tenga un coche de más de 10 años se podrá acoger a la renovación subvencionada y comprar un coche de menos de cinco años de antigüedad. En el caso de los vehículos comerciales o industriales, no podrá tener más de tres años.

Esta es una forma menos directa, pero más rápida, de renovar el parque móvil, pues muchos de los coches que tienen ahora menos de cinco años cuentan con la misma tecnología que llevan los de última generación. Es decir, se pueden considerar coches modernos y ecológicamente tan eficaces como los nuevos.

Tras esta sorpresa de última hora, queda por ver si habrá más innovaciones que se incluyan en la prórroga. En principio, el Gobierno aseguró que no habría cambios en el nuevo Prever, pero rápidamente quedó claro que la actitud de la Administración no era más que una cortina de humo. No quieren dar pistas de las mejoras que van a introducir para impedir que los compradores retrasen sus compras a enero y hundan las de diciembre.