Barcelona rebasa el límite de velocidad

Un estudio realizado el pasado jueves por el diario La Vanguardia refleja que, a pesar de que la velocidad máxima en Barcelona es de 50 km/h (salvo excepciones), la mayoría de conductores sobrepasa este límite cuando las circunstancias del tráfico lo permiten. Numerosas asociaciones acusan a la Administración de no informar del peligro que supone circular tan rápido.

El “miedo” al radar provoca un descenso de los accidentes
El “miedo” al radar provoca un descenso de los accidentes

Un importante número de conductores considera que la limitación de velocidad en carreteras urbanas es una recomendación y no un tope infranqueable. Esta errónea consideración explica, por tanto, que la mayoría de barceloneses circulen por sus calles a más de 50 km/h, tal y como refleja un estudio publicado hoy por la Vanguardia y en el que también ha participado la asociación de defensa de los peatones Barcelona Camina.El examen, realizado el pasado jueves mediante un radar móvil instalado en diversas vías de la ciudad, ha dado como resultados velocidades medias próximas al límite de velocidad. En la práctica, sin embargo, la realidad es bien distinta, ya que la media tan baja surge por la densa circulación de la Ciudad Condal, así como por la existencia de semáforos que ralentizan el tránsito de vehículos.Las velocidades máximas registradas en algunas calles, como Paral·lel, Gran Vía, Meridiana, General Mitre o Paseo Colom, ofrece resultados que superan incluso los 70 km/h. Y eso que, según asegura La Vanguardia, la prueba se realizó en horarios de tráfico denso y no de madrugada o en calles con poca circulación, que habrían arrojado unos datos mucho más espectaculares.La mitad de los vehículos que han rebasado en las pruebas el límite de 50 km/h son motos. Algunas llegaron incluso a sobrepasar este registro en momentos de congestión, zigzageando peligrosamente entre los coches. Muchas eran modelos de baja cilindrada con una elevada sonoridad. Ole Thorson, vicepresidente de la asociación Prevenció d´Accidents de Tránsit, asegura que “el límite de 50 está puesto por algo; circular por debajo de esta velocidad permite controlar muchos elementos externos que pueden ser causa de accidente". Asimismo, recuerda que “el número de heridos en atropellos crece de manera exponencial a medida que aumenta la velocidad del vehículo".Para Thorson, uno de los principales culpables de la excesiva velocidad es el Ayuntamiento, ya que “debería explicar los peligros que supone ir por las calles a más de 50. Hacen falta más señales y controles, algo que hoy en día escasea". Esta opinión la comparte también el concejal de Seguridad y Movilidad, Jordi Hereu, quien reconoce que “hay que aumentar la señalización horizontal y vertical y poner sistemas tecnológicos de control que den pie a sanciones". Hereu recuerda que, actualmente, ya se está trabajando en esta línea y pone el ejemplo de las rondas, donde la velocidad y la siniestralidad han bajado desde que funcionan los nuevos radares".Según señala el informe, el semáforo es uno de los elementos que “incitan" a los conductores a acelerar su velocidad. El deseo de superar el mayor número de ellos en verde provoca que, en muchas ocasiones, se acaben franqueándo en ámbar e incluso en rojo, porque no da tiempo ya a frenar. La anchura de la calle también es un factor a tener en cuenta, pues, cuanto más amplia sea, menos cuesta acelerar. Por esta razón, Barcelona Camina ha exigido ya calles de menos de tres metros. Por otra parte, las obras de soterramiento de la Gran Vía, a su paso por Hospitalet, acarreará más restricciones viarias dentro de una semana, según ha informado el Ayuntamiento. Los nuevos desvíos se sumarán al corte del lateral mar vigente desde finales de octubre. Así, el próximo lunes se cerrará al tráfico el lateral del lado montaña entre las calles de la Igualtat y de Can Tries y el martes se restringirá la circulación en el nudo viario de la calle de Amadeu Torner. El cierre de ambos laterales y la apertura de itinerarios alternativos se mantendrá hasta abril de 2004.