Nace Suzuki Ibérica con la intención de duplicar ventas

A partir del 1 de enero de 2004, Suzuki Ibérica, una filial propiedad de Suzuki Motor Corporation, se hará cargo de la distribución de los coches de la marca japonesa en nuestro país. Santana Motor, la empresa que lo hacía hasta ahora, mantendrá la fabricación y la venta de los modelos Jimny y Vitara hasta 2006.

Hasta 1997, Suzuki había sido socia de Santana. Sin embargo, ese año, los nipones vendieron las acciones que tenían de la firma andaluza y, para no desvincularse del todo de ella, firmaron dos acuerdos de colaboración. Uno de ellos, de distribución, facultaba a Santana para importar los coches que fabrica Suzuki y venderlos en España. El otro acuerdo, más elaborado, atañe a la fabricación bajo licencia y venta por parte de Santana de los modelos Jimny y Vitara.

Este segundo acuerdo que afecta a los dos todo terrenos pequeños estará en vigor hasta 2006. El otro, el de distribución del resto de productos Suzuki, expirará el día 31 de diciembre.

Al día siguiente, cuando empiece 2004, Suzuki se hará cargo directamente de la comercialización de sus coches en España. Para ello, se ha hecho con el control total de la estructura comercial que ya utilizaba Santana para la distribución y ha puesto en marcha una nueva empresa: Suzuki Ibérica.

La nueva compañía se puso de largo ayer en un acto celebrado en Madrid ante la prensa del sector. Su presidente, Koji Tarumoto, fue el encargado de explicar qué es y qué va a hacer Suzuki Ibérica.
Según sus palabras, se encargarán de traer a España los coches que fabrica Suzuki a lo largo y ancho del mundo. Siempre con la excepción del Jimny y el Vitara. Para lograrlo, mantendrán y ampliarán la estructura comercial que hasta ahora ha utilizado Santana. Es decir, contarán con 63 concesionarios con servicio de reparación que, durante 2004, se convertirán en 66. Todos los contratos de distribución, que están a punto de firmarse, se acogen a la modalidad de venta “exclusiva", una de las dos posibilidades que ofrece el nuevo reglamento europeo de distribución de vehículos.

Los concesionarios seguirán distribuyendo también los coches de Santana: los Suzuki Jimny y Vitara y el Satana Aníbal. Esto será así hasta 2006. A partir de ese momento no está claro que pasará. Tarumoto asegura que Santana y Suzuki están negociando, pero no da ningún detalle sobre el futuro. Ni siquiera confirma si los modelos agotarán su vida comercial en 2006 o si seguirán. Es más, en un arranque de ironía, pidió a los periodistas que “preguntasen por ahí y se lo contaran a él".

Por lo demás, Tarumoto será el máximo responsable de la filial española, que es 100 por 100 propiedad de Suzuki. Junto a él, Shinichiro Sugiyama actuará como asesor de Presidencia en el área comercial. Ryuji Sakai asesorará al presidente en cuestiones de postventa y Keisuke Ono se hará cargo del puesto de director general Financiero. Después, Juan López Frade será el director general Comercial y Roger Van Dyck, el director general de Postventa.

Con esta estructura comercial, Suzuki Ibérica empezará a trabajar con una cartera de vehículos que incluye los Alto, Wagon R , los Ignis y los Liana en la parte de turismos, y los Grand Vitara en el apartado de todo terrenos. Además, se incluirá en la gama un motor Diesel nuevo, el 1.3 de origen Fiat.

Más adelante, la familia se acrecentará con nuevos modelos que, según los directivos de la firma, servirán para estimular notablemente las ventas.

Así, el plan de expansión supone que en 2004 se venderán 5.500 unidades de turismo y unas 3.500 de 4x4, incluyendo aquí las ventas de Santana. Estas 9.000 unidades representarán una penetración del 0,7 por ciento en el mercado.

Para 2005, con los lanzamientos previstos, se esperan 20.000 unidades vendidas, que serán 30.000 en 2006.