Toyota crece sin freno

La marca japonesa Toyota ha cerrado el primer semestre de su ejercicio fiscal con un importante crecimiento de ventas que aumenta su beneficio en un 23 por ciento, respecto al pasado año. Todo un éxito para el momento que atraviesan la mayoría de empresas del sector, para las que la reducción de costes y expectativas es el único método de actuación.

Toyota espera un resultado histórico para finales de año, una previsión que, atendiendo a sus números parciales, a buen seguro se cumplirá. Porque la marca japonesa, tercer mayor fabricante automovilístico del mundo, ha mostrado unas cifras espectaculares que incrementan su beneficio neto en un 23,2 por ciento, alcanzado los 4.146 millones de euros.Durante el primer semestre de su ejercicio fiscal, el que lleva de abril a septiembre, la compañía ha facturado nada menos que 65.000 millones de euros, un 8 por ciento más que en las mismas fechas del pasado año. Además, durante estos seis meses, Toyota ha comercializado 3,17 millones de vehículos, un aumento de más del 7 por ciento.“Mientras los principales mercados experimentan crecimientos límites en los últimos años, nuestras ventas continúan con un crecimiento anual de 4.000 unidades", asegura un exultante Ruji Araki, vicepresidente de Toyota. Y razones no le faltan: en Europa, la marca ha aumentado sus ventas un 12,5 por ciento y ya ha anunciado que espera vender un total de 800.000 unidades en todo el ejercicio.El mercado estadounidense también refleja esta espectacular tendencia. Allí, la firma ha superado el millón de unidades vendidas, logrando una cuota de mercado del 11,3 por ciento, algo inimaginable hace apenas unos años. Por esta razón, los japoneses han anunciado también un aumento de 160.000 unidades en su previsión de ventas para 2003.Según los analistas del mercado, los buenos resultados de Toyota han venido acompañados de un significativo aumento del valor del euro frente al yen (17 yenes por 1 euro), que ha permitido contrarrestar el daño sufrido por la caída del dólar frente a la moneda japonesa. El recorte de costes, valorado en 110.000 millones de yenes, también ha ayudado a obtener el aumento de beneficios.