El consumo de Diesel, imparable

Las estadísticas son claras: España es Diesel y lo seguirá siendo. Durante los primeros ocho meses del año, el consumo del gasóleo de automoción se ha incrementado en un 8,5 por ciento, mientras que la demanda de gasolinas de uso automovilístico se redujo un 1,2 por ciento.

Esta tendencia, conocida como “dieselización", se ha mantenido durante agosto, el último mes contabilizado. En este periodo el consumo de gasóleo creció un 3,9 por ciento, el porcentaje más bajo del presente ejercicio, elevando el acumulado del año a 13,7 millones de toneladas. A su vez, la adquisición de gasolinas descendió en el noveno mes del año en un 3,6 por ciento, sumando un acumulado de 5,4 millones de toneladas. Este descenso se debe a la caída del consumo de la gasolina de 97 octanos (un 23,7 por ciento en agosto) que se ha compensado parcialmente por los ligeros incrementos de la sin plomo de 95 octanos (un 1 por ciento más) y de la sin plomo de 98 octanos (0,5 por ciento de alza).Por otra parte, el precio del crudo cerraba la semana pasada con un alza en su cotización. Los analistas del sector sostienen que este crecimiento se debe a un aumento de la demanda de productos energéticos y de la actividad económica. Al mismo tiempo, y desde este sábado, está en vigor la reducción oficial de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Este recorte, de 900.000 barriles diarios, fue adoptado el pasado 24 de septiembre en la cumbre de Viena y obliga a los miembros del cartel a lanzar al mercado 24,5 millones de barriles al día como máximo.