Entran en funcionamiento radares automáticos en Francia

Los radares automáticos, capaces de sacar una fotografía de la infracción, de comprobar la matrícula y de mandar la sanción al domicilio del dueño del automóvil, ya son una realidad. Ayer mismo, los ministros de Interior (Nicolas Sarkozy, en la imagen) y de Transportes (Gilles de Robien) del país vecino presentaron el invento.

El próximo 31 de octubre entran en funcionamiento los radares automáticos que multarán a los conductores franceses que sobrepasen la velocidad adecuada y recogida en el Código de Circulación de este país. Esta medida ya fue anunciada en la última campaña electoral por Jacques Chirac.

Los ministros franceses de Interior y de Transportes presentaron unos radares automáticos que fotografían al infractor, comprueban la matrícula y envían la multa a su domicilio. El objetivo, según el Ejecutivo francés, no es, en ningún caso, recaudar, sino más bien conseguir reducir los excesos de velocidad y, con ellos, el riesgo de accidente. El Gobierno francés anunciará la presencia de estos dispositivos mediante paneles luminosos. Si no se realiza este aviso, según la legislación de nuestro país, por ejemplo, la multa se podría revocar. Con esta lección bien aprendida, el Ejecutivo galo no dejará ni un resquicio al azar y los infractores no tendrán más remedio que hacer frente a la sanción.

La medida francesa puede parecer algo exagerada, pero tal y como nos ha explicado el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, el tema de regulación de tráfico en el país vecino ha estado tradicionalmente abandonado. De hecho, en Francia no existe como en nuestro país una fuerza de seguridad del Estado que específicamente se dedique a regular esta materia. Según el Observatorio Interministerial galo, en 2001, un 60 por ciento de los conductores de camiones y un 70 por ciento de los motociclistas no respetaban los límites de velocidad. El saldo de estas imprudencias fueron 7.720 personas fallecidas en 2001 y 116.745 accidentes con víctimas.

El límite de velocidad en Francia en autopista es 130 km/h, pero se trata de un límite genérico, ya que -en el momento de formular la denuncia- se tienen en cuenta factores climatológicos. Estos nuevos radares no sólo controlarán los excesos de velocidad, también sirven para controlar la distancia de seguridad entre los coches (“ley de los dos segundos") y regulación de semáforos.

Un elemento importante de la iniciativa francesa es la señalización de los radares como ya hemos comentado. Esta señalización previa del radar sirve para prevenir las infracciones, en palabras de Arnaldo.

Diversos colectivos franceses ya han anunciado que recurrirán este modo de sanción, porque, a su juicio, es ilegal que una máquina realice la labor de un agente de la autoridad.