Cárcel para los conductores “temerarios”

El exceso de velocidad y el alcohol al volante van a ser perseguidos penalmente. Así lo ha acordado la comisión de Justicia del Senado dentro del proyecto de reforma del Código Penal.

El Servei llevará a juicio a los ''delincuentes al volante''
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Las penas de cárcel varían entre 6 y 24 meses para aquellos conductores que conduzcan con temeridad manifiesta, lo que incluye con una gran tasa de alcohol en sangre o a una velocidad desproporcionada, con el consiguiente peligro para las vidas ajenas. Al mismo tiempo, estos conductores perderán su licencia de conducción durante un plazo mínimo de un año y máximo de seis. Esta enmienda fue inicialmente propuesta por Convergencia i Unió, pero, finalmente, se ha llegado a un pacto con Partido Popular y Coalición Canaria, que también la han apoyado. Fruto de este acuerdo se ha endurecido la pena mínima, que era de tres meses para CiU y que, finalmente, se ha establecido en seis. También se ha eliminado la descripción de conducción temeraria que hacía el partido nacionalista catalán, que la definía como aquella en la que el conductor supera en un 50 por ciento los límites de velocidad fijados. Se prevé que en el posterior desarrollo normativo se introduzca una enmienda transacional en la que se acordará a partir de qué velocidad, dependiendo de la vía, se considera “temerario" al conductor de un vehículo. Igualmente, se deberá fijar la tasa de alcohol en sangre que se considera “alta" y, por tanto, castigable con penas de prisión.PP, CiU y CC acordaron también aprobar la aplicación de condenas de tres a seis meses de cárcel para aquellos que conduzcan bajo los efectos de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas. Estas penas no serán incompatibles con multas y trabajos en beneficio de la comunidad. CiU, por su parte, también solicita prisión de seis meses a dos años y retirada de carné de conducir para los conductores que superen los límites de velocidad establecidos.Estas medidas han sido criticadas por varias organizaciones de automovilistas y por aseguradoras. Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, ha indicado que esta propuesta se ha presentado sin un debate previo por parte de la ciudadanía y que no se justifica por los datos de siniestralidad, ya que el exceso de velocidad no es la primera causa de accidentes con víctimas en España. Según Arnaldo, es la sexta, representando un tres por ciento del total. El máximo responsable de AEA ha concluido señalando que “lo que se quiere ocultar es el verdadero problema que existe, y que es la insuficiente inversión en carreteras".De opinión similar es el presidente de la aseguradora Pelayo, José Boada, que considera excesivas las sanciones penales y aboga por medidas reeducativas. En este sentido, una de las principales conclusiones de un estudio de opinión realizado por Attitudes, iniciativa de Audi a favor de la seguridad vial, señala que el 96 por ciento de los españoles considera que los accidentes de tráfico constituyen el tercer problema social del país, tras el cáncer y el terrorismo. Por otro lado, la Comisión Europea y la presidencia de turno italiana de la UE han apoyado la creación de un observatorio europeo de seguridad vial y reforzar los estándares de seguridad en las carreteras y vehículos europeos. El objetivo de estas medidas es el de reducir a la mitad el número de muertos anuales por accidentes en 2010.