Cierre masivo de fábricas en EE.UU.

En EE.UU. el cierre de plantas es un tema casi tabú. Allí, el United Auto Worker (el mayor sindicato del sector) hace temblar a las grandes multinacionales. Sin embargo, la presión es tal en la automoción norteamericana, que han concedido una válvula de escape: la clausura de ocho fábricas.

Cierre masivo de fábricas en EE.UU.
Cierre masivo de fábricas en EE.UU.

En los despachos de GM todavía se recuerda con temor el intento de cierre de una de sus fábricas en Michigan en 1998: el United Auto Worker (UAW) convocó una huelga que le obligó a parar su producción en todo el país. Con 98.000 trabajadores afiliados de Ford (y sus filiales Visteon y ZF Batavia, más 2.000 empleados de Rouge Steel), 65.700 de DaimlerChrysler y 128.000 de General Motors, el UAW se ha convertido durante décadas en un duro adversario para las multinacionales del motor. Sin embargo, ahora está perdiendo fuerza: los tiempos no permiten resistencias numantinas. La presión de los competidores europeos y japoneses atemoriza a los fabricantes con sede en Detroit. Por eso, UAW ha aprobado el cierre o la venta de ocho fábricas, cuatro de GM y cuatro de Ford. A Chrysler tampoco le van mejor las cosas: estudia cómo deshacerse de cinco plantas. Estas medidas afectarán directamente a 7.500 empleados en Norteamérica y contradice la teoría de los analistas que aseguran que la crisis de la automoción en este país tiene los días contados.