Mercedes: más cerca de la F1

La colaboración entre McLaren y Mercedes no sólo ha dado a la marca varios títulos de Fórmula Uno: ahora, ambas compañías han colaborado para poner a disposición del público un deportivo con el que cualquiera se sentiría capaz de retar a Kimmi Raikkonen.

Mercedes: más cerca de la F1
Mercedes: más cerca de la F1

Mercedes ha llevado a Frankfurt un superdeportivo que parece haber sido diseñado para los pilotos de la marca en el Campeonato de Fórmula Uno. Kimmi Raikkonen o David Coulthard, posiblemente, serán unas de las pocas personas que podrán permitirse la compra del SLR McLaren cuando, en diciembre, salga a la venta. La firma no ha anunciado el precio del modelo, pero la colaboración con McLaren (compañera de la automovilística germana en la F1), las prestaciones del vehículo y los materiales empleados en su construcción hablan de una exclusividad muy acentuada.

Mercedes ha definido a este biplaza como “el Gran Turismo del siglo XXI", capaz de ofrecer seguridad, comodidad en el uso diario y sensaciones fuertes a partes iguales. Atendiendo a los datos del fabricante, serán estas últimas las que dominen: con un motor de 5,5 litros y 8 cilindros en V, el SLR cuenta con nada menos que 626 CV de potencia. Las cifras relacionadas con las prestaciones son de infarto; sólo necesita 3,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y la velocidad máxima es de 334 km/h. Según la firma alemana, se trata de uno de los motores más potentes que pueden encontrarse en los coches deportivos de producción. El propulsor está montado sobre un marco de aluminio y se refrigera mediante agua y aire. La potencia está gestionada a través de una caja de cambios automática de cinco marchas, diseñada para proporcionar un alto rendimiento. El conductor podrá elegir entre tres programas diferentes en el modo manual (en el que se puede subir o bajar de relación mediante los botones situados tras el volante o con la función específica existente en la palanca de cambios): Sport, Supersport y Race. Cada uno de ellos, asegura el constructor, reduce significativamente el tiempo empleado en saltar de una marcha a otra, con lo que se consigue una conducción más deportiva. Son detalles nada despreciables para un digno heredero de los vehículos que Mercedes diseñó para la competición en 1950. Sin embargo, los materiales empleados en el nuevo modelo poco tienen que ver con los utilizados en los monoplazas conducidos por Stirling Moss o Juan Manuel Fangio. Así, la fibra de carbono es uno de los elementos predominantes en el SLR. Con este compuesto, un 50 por ciento más ligero que el acero, la seguridad de los ocupantes se eleva, pues es capaz de absorber casi 5 veces más energía que el aluminio. Por ello, ese material está presente en el capó, la carrocería, las puertas y los paneles laterales. Para contener el derroche de potencia que desarrolla el modelo, Mercedes ha dotado a este automóvil con unos discos de freno reforzados con fibra cerámica. Con este compuesto se consigue una mayor resistencia a la fatiga y una distancia de detención más corta, apartado en el que también ayuda el sistema electro-hidráulico de freno. La aerodinámica, como no podía ser menos en un superdeportivo de estas características, ha sido examinada en el túnel de viento. Así, se ha creado un spoiler adaptativo que proporciona un mayor “efecto suelo" (es decir, ayuda a que el vehículo se mantenga estable a velocidades altas). Cuando el ritmo supera los 95 km/h, adopta una inclinación de 10 grados, incrementando la presión sobre el eje trasero. También actúa como freno, pues, si detecta una frenada de emergencia, el ángulo pasa a ser de 65 grados, con lo que ayuda a que el vehículo se detenga de manera equilibrada. En el interior, destacan unos asientos en fibra de carbono cuyo acolchado se realiza individualmente, adaptándose a cada comprador. La sensación de llevar un vehículo de carreras se verá reforzada cuando, para ponerlo en marcha, el conductor tenga que presionar un botón situado en la parte superior de la palanca de cambios. El aluminio también está presente en el habitáculo, para el que los diseñadores de Mercedes han creado una tapicería de cuero especial, en color Silver Arrow, que, opcionalmente, puede ser roja. Para subrayar el carácter especial del modelo, cada una de las unidades que se fabriquen se pintará a mano. El equipamiento, además de contar con múltiples airbags, incluye un control de climatización automático -que registra la posición del sol, la calidad del aire y el nivel de humedad para que el sistema trabaje de la manera más eficiente posible-, un volante multifuncional o un monitor de presión de los neumáticos. La marca no ha querido dejar pasar la presentación del vehículo para recordar que también tiene una aplicación en su uso diario. Así, posee un maletero de 272 litros, en el que dos personas pueden acomodar su equipaje y disponerse a emprender un viaje que, a poco que se pise el acelerador, no será excesivamente largo. Eso sí, las paradas para repostar se realizarán cada poco tiempo, pues el consumo es de 15 l/100 km. Lo que, en principio, se presentaba como un prototipo, llegará, casi con total seguridad, a los concesionarios durante el mes de diciembre. La idea de Mercedes para este “concept-car" (aunar en un mismo vehículo el dinamismo de un coupé con la comodidad de un turismo convencional) ha sido resuelta brillantemente en el Vision CLS, un coche “que marcha por delante de su generación", según Jürgen Hubbert, máximo responsable del grupo germano. Sus señas distintivas son unos nuevos grupos ópticos delanteros, muy cercanos a la tradicional parrilla de Mercedes, la forma afilada de la parte trasera y las enormes puertas traseras. El sentido práctico del automóvil también ha sido tenido en cuenta a la hora de realizar este modelo, por lo que la mecánica elegida ha sido un poderoso motor Diesel biturbo con 6 cilindros y 265 CV. Esta potencia permite al Vision CLS pasar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima (autolimitada) de 250 km/h. Estas cifras rara vez se relacionan con un propulsor de gasóleo, que, en este caso, ha sabido aprovechar las virtudes de este tipo de mecánicas: el gasto medio de combustible es de 7,5 l/100 km. Este motor estará asociado a la nueva caja de cambios automática de 7 velocidades que la marca germana ha llevado al Salón de Frankfurt. Se trata de la primera transmisión de estas características montada en un turismo y, desde ahora, también estará presente en los E 500, S 430, S 500, SL 500 y CL 500, en los que reemplazará a la actual caja de cinco marchas. Según la firma, esta transmisión asegura una aceleración rápida, una mayor suavidad a la hora de cambiar de relación y un ahorro de combustible de hasta 0,6 litros cada 100 km. Cuando hay que reducir marchas rápidamente, las relaciones no cambian de forma consecutiva: es posible pasar de dos en dos por ellas, para que el proceso se lleve a cabo con rapidez. La comodidad de los ocupantes de las plazas traseras, la asignatura pendiente en los coupés, ha sido aprobada con nota por el Vision CLS, que cuenta con un espacio entre asientos de 82,9 cm, según los datos ofrecidos por Mercedes. Además, el equipaje de todos los viajeros podrá colocarse sin problemas en un maletero con 470 l de capacidad. Evidentemente, para albergar estas cotas hace falta un vehículo con medidas generosas: la longitud de este coche es de 4,91 m, mientras que su batalla alcanza los 2,85 m. En el interior, los airbags frontales adaptativos, los laterales y los de cortina, además de la suspensión neumática, conforman un equipamiento de seguridad muy completo. Los colores claros de la tapicería y la luz que entra a través del techo de cristal ofrecen al conductor un clima relajado, en el que podrá disfrutar del cuero y la madera que dominan el habitáculo. En el equipamiento de serie también están presentes unas llantas de 19 pulgadas (unidas a neumáticos 255/35 delante y 285/30 detrás). Además, el sistema de freno incorpora un dispositivo –llamado “Softstop"- para detenerse suavemente cuando el tráfico denso nos obliga a realizar frecuentes paradas, así como un mecanismo que impide el deslizamiento del vehículo cuando se arranca en cuesta. Mercedes también ha aprovechado el Salón de Frankfurt para mostrar al público los AMG más potentes que la marca ha construido desde la creación de su división deportiva, hace 35 años. Los nuevos CL 65 y S 65 AMG cuentan con un motor biturbo de 6 litros, 12 cilindros en V y 612 CV. Unas cifras impresionantes que proporcionan prestaciones dignas de un vehículo de competición; son necesarios 4,4 segundos para llegar a los 100 km/h desde cero y la velocidad máxima, aunque podría ser mucho mayor, se ha autolimitado (como suele ser habitual en los automóviles de la marca) a 250 km/h. La transmisión encargada de digerir esta potencia es la AMG Speedshift, un cambio automático de cinco marchas. En el interior, es posible elegir entre tres tonos de cuero, que envolverá los asientos –deportivos y con múltiples reglajes eléctricos- y parte del salpicadero. Unas llantas de 19 pulgadas con radios dobles y un volante ergonómico, desde el que se puede manejar el cambio, completa la dotación “racing" de ambos modelos, que saldrán a la venta en breve. Por último, Mercedes lanzará en Frankfurt la tracción integral para la Clase E, que estará disponible en los motores V6 y V8. Este dispositivo incluirá una suspensión trasera con nivelación automática de la altura según la velocidad. Si quieres saber más sobre las novedades de la marca germana en el Salón de Frankfurt, pincha en el enlace.