Volkswagen Golf V

Si cuento que he estado en una presentación donde había 450 periodistas acreditados, muchos pensarán que andaba por allí el tal Beckham, o alguna estrella del pop. Pocos pensarán que semejante conmoción la provoca un coche. Pero todo se explica si decimos que era el nuevo Golf. El impacto que este vehículo tiene en el mercado es único, es el alimento de su leyenda y los cimientos de su futuro.

Volkswagen Golf V
Volkswagen Golf V

Primera generación: 1974-1983
En enero de 1974 se presentaba al público el primer Golf, un modelo sorprendente para su época que estaba llamado a ocupar el hueco dejado por el Escarabajo en las fábricas de Volkswagen. El nuevo modelo, que llegaba con un motor de 1,5 litros y 70 CV, se presentaba como un vehículo moderno, dirigido a un público nuevo, especialmente a jóvenes profesionales con necesidades de tiempos modernos.

El impacto del coche tuvo algo de sísmico. Hizo aflorar una nueva clase de automóviles e implantó un canon, una vara de medir por la que todos los demás tendrían que pasar.
El éxito llegó en seguida. Para marzo de 1976 se habían vendido ya 500.000 unidades y se presentaba el primer GTI, las siglas que forjarían para siempre la leyenda del Golf. También se desvelaba el primer motor Diesel. Para octubre se llegaba al primer millón de unidades vendidas.
En 1979, cuando se llevaban tres millones de unidades, se mostraba el primer cabriolet y el Caddy, el comercial. En 1983, con casi siete millones de coches montados, dejó de fabricarse en Europa, pero todavía hoy se ensambla en Sudáfrica con algunas modificaciones mecánicas y de equipamiento. Ya en 1983 el público comprendió que Volkswagen no quería grandes cambios en algo que funcionaba muy bien. La segunda generación, de formas más contundentes y deportivas, tenía mucho que ver con la primera.

En 1984 se presentó el primer catalizador regulado y, además, el segundo GTI de la saga. En 1986 llegó el GTI con culata de cuatro válvulas por cilindro, además de la primera versión de tracción total. Desde 1987 el ABS sería de serie en todos los GT y GTI.

En 1989 se llegaba a los 11 millones de Golf vendidos y un año después, tras aparecer nuevas versiones, como el Golf Country, a los 12 millones. De ellos, uno correspondía a motores GTI, la joya de la corona.Con los años 90, Volkswagen lanzó una nueva edición del que ya era su coche mimado, el modelo que había relanzado la marca durante los años 80 y que la había llevado a encabezar la automoción europea.

El Golf III presentaba unas formas más suavizadas y redondeadas y unas dimensiones más amplias. Además, en pleno boom de la seguridad, se convierte en uno de los vehículos más seguros del mercado. El Golf sorprende a todos por su eficacia en las pruebas de choque y otros ensayos de seguridad.En 1991 llega también el primer motor de seis cilindros, el VR6, con lo que pasa a ser el primer compacto con un corazón de este tipo. Poco después, en 1992, se alcanzan los 13 millones de unidades matriculadas.

El año 1993 fue clave para disparar las ventas. Se presentó el primer motor TDI, que supondría una revolución en la idea que se tenía de los motores de gasóleo. Además, llegó el segundo cabriolet y la primera carrocería familiar, la Variant. El espaldarazo a la gama fue definitivo: en marzo se llegaba a los 14 millones y en mayo de 1994 a los 15 millones.

En 1995 se introdujo el motor SDI para dar un escalón de entrada a la gama Diesel y en 1996 se presentaba la edición 20 Aniversario GTI.
En 1997 dejó de ensamblarse esta generación después de vender 4.800.000 coches en todo el globo terráqueo. Las máquinas de Wolfsburg todavía ensamblan estos días los últimos ejemplares de la cuarta generación, una de las más admiradas. En 1997 las formas del Golf se habían suavizado todavía más, con especial atención a la estética juvenil y deportiva. El coche acentúo su cuidado por la seguridad activa y pasiva, por eso se introdujo el ESP como opción, además de la llegada de los 4Motion, con tracción integral y embrague Haldex.

En 1999 llegó la segunda carrocería Variant, a la que siguieron los TDI con bomba inyector. Se llegó ese año a los 19 millones de unidades vendidos.

En el año 2000 se dio a conocer el motor V5, con culata de 20 válvulas y 170 CV. A lo largo de 2001 se relevaron varios motores y en 2002 s presentó el primer FSI, además de un GTI que entrega de serie 180 CV. A finales de año, el Golf supera al Escarabajo en ventas, con lo que se convierte en el Volkswagen más vendido y en uno de los coches más vendidos de todos los tiempos. Se celebra con la aparición del R32, un superdeportivo con 240 CV de potencia.

A punto de ser jubilado, el Golf IV se vende en siete versiones de equipamiento distintas y se ofrecen 14 motores, además de varias cajas de cambio, entre ellas la innovadora DSG. Cuando se pare su cadena de montaje, se habrán entregado 4,3 millones de unidades. Será entonces tiempo para que el Golf V eche a andar y estire un poco más la mística de este modelo.

Con más de 22 millones de unidades vendidas en 30 años, el Volkswagen Golf ha entrado en la categoría de las leyendas de la automoción, un lugar donde habitan vehículos como su “primo" el Escarabajo o el abuelo Ford T. Pero, ¿a qué se debe esto?

El Golf , con su espíritu alemán, no es hoy por hoy un vehículo que suponga una convulsión. No propone la eficacia deportiva que acompaña al Alfa 147, ni su estética de “fashion victm". No apuesta por la sofisticación cosmopolita de los 307. No tiene la rara mezcla de deportividad y buen precio de los León. Tampoco llega con el rumor de indestructible que tienen los Corolla, las estrellas de Toyota. Entonces, ¿a qué se debe el revuelo de guerra que provoca su reaparición?

Se debe a que el Golf es un coche que ha ido madurando en su propia sazón y que resume algo de lo que todos los demás presumen o quieren presumir. Tiene buenas maneras en lo deportivo, impecables formas en lo estético (aunque no enamore) y el marchamo de calidad que, todavía, tienen la industria alemana y sus manufacturas.

Pero el éxito continuado se debe sobre todo a que se ha convertido en un fenómeno comunicacional. A lo largo de las dos últimas décadas tener un Golf ha sido todo un símbolo de estatus. Para muchos adolescentes de los años 80 y 90 era un sueño. Tenía un aura de rebeldía, de independencia, de solvencia al fin y al cabo. Condiciones todas a las que aspira cualquier joven que empieza a trabajar y que quiere demostrar a todo el mundo que se vale por sí mismo.
Esa vena ha sido muy hábilmente explotada por Volkswagen, que rápidamente se dio cuenta de que el Golf no era el nuevo Escarabajo, el coche del pueblo, al que sustituía en las cadenas de montaje de Wolfsburg. Si el Escarabajo “vistió" con cuatro ruedas al mundo, el Golf le puso pantalones tejanos: le dio estilo, le dio ilusión y desparpajo. El mundo ha correspondido al Golf dándole un lugar entre los mitos.