Ford eliminará al 20 por ciento de su plantilla en EE.UU.

Se sabía que Ford iba a iniciar una dura campaña de saneamiento, pero los recortes son más drásticos de lo esperado: 21.000 trabajadores –el 20 por ciento de su plantilla en EE.UU.- podrían perder sus empleos.

Ford acelera el ritmo de producción de nuevos modelos
Ford acelera el ritmo de producción de nuevos modelos

La cifra facilitada por fuentes de la empresa a la agencia Reuters es casi el doble de lo que el fabricante había reconocido públicamente. La sangría de empleos podría llegar hasta los 21.000 trabajadores, la mayoría de ellos dedicados a labores de menor cualificación (lo que en EE.UU. se denomina “blue-collar", en contraposición a los “cuellos blancos" de las camisas de los administrativos). Los afectados no son sólo trabajadores de Ford, sino también de su filial de componentes Visteon. Las mismas fuentes confían en no encontrar una resistencia frontal de los sindicatos, ya que esperan que los recortes se hagan principalmente con jubilaciones anticipadas. La mayoría de su plantilla lleva casi tres décadas en la empresa y podrían –según aseguran- acogerse a ellas. No hay cambios en la política del grupo respecto a Europa. Además, en España (en la fábrica valenciana de Almussafes) se vive la noticia con cierta tranquilidad, ya que en septiembre incluso reforzarán sus turnos para fabricar los motores del nuevo C-Max. Las reglas de juego que se decida en Dearborn (sede estadounidense del grupo) tendrán que conseguir el visto bueno del temido United Auto Workers (UAW; el principal sindicato metalúrgico de todo el país). Con 98.000 trabajadores afiliados de Ford (y sus filiales Visteon y ZF Batavia, más 2.000 empleados de Rouge Steel), 65.700 de DaimlerChrysler y 128.000 de General Motors, el UAW se ha convertido durante décadas en un duro adversario para las multinacionales del motor. Sin embargo, ahora está perdiendo fuerza: en la última década, ha tenido que aceptar que miles de sus afiliados perdieran su puesto de trabajo, incluso pareció dar el visto bueno a la eliminación de 12.000 empleos anunciada por Ford a principios de año. Por eso, las fuentes de la compañía consultadas por Reuters aseguran que podrán presionar a UAW para que retiren su prohibición al cierre de fábricas en suelo estadounidense. William Clay Ford, presidente de la compañía y bisnieto de Ford, asumió su cargo con el propósito de corregir la dura crisis que atravesaba la empresa. En un primer momento, su política de mano dura parecía haber funcionado, pero los últimos resultados se han convertido en un jarro de agua fría. En el segundo semestre del año, sus beneficios se han reducido un 27 por ciento respecto al mismo período de 2002, uno de los más pésimos ejercicios de esta multinacional ya centenaria.