La industria automovilística brasileña, en peligro

La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores y la consultora Booz-Allen-Hamilton, ambos de Brasil, acaban de publicar un informe acerca del sector automovilístico de ese país. Según el documento, esta industria se encuentra en una grave situación.

Mercado interno estancado, bajos niveles de producción y poco retorno de inversiones son las tres características que definen, a día de hoy, la industria automovilística brasileña. Al menos, eso es lo que se desprende de un reciente estudio elaborado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores.

En los seis primeros meses del año se han vendido menos coches, un 8,2 por ciento, respecto al periodo enero-junio de 2002. Sin embargo, la producción se ha incrementado en casi tres puntos. De todas formas, no es suficiente.
Según los cálculos de los expertos, es necesario que Brasil produzca, al menos, 2,7 millones de vehículos al año –tiene capacidad productiva para 3,2 millones -. En lo que va de año llevan 847.123 unidades y, al término del pasado ejercicio, se habían ensamblado 1,7 millones, una cifra aún lejana de la deseada.

El descenso de las ventas se debe a la escasez de créditos y a los altos intereses impuestos por las entidades financieras. El documento recoge que “la demanda interna está estancada y se sostiene con promociones permanentes, que crean un mercado artificial y que causan un impacto negativo en los resultados de las empresas".

La bajada en las ventas implica problemas sociales. Con el descenso de éstas, las firmas automovilísticas deciden bajar la producción y no necesitan a buena parte de la mano de obra que emplean. Es el caso de General Motors que ha preparado un plan de bajas voluntarias para los trabajadores de su factoría de Sao Caetano do Sul, que emplea a unos 7.500 trabajadores.

El sector automovilístico brasileño comprende medio centenar de factorías pertenecientes a 25 empresas automovilísticas que han invertido en aquel país unos 27.000 millones de dólares en la última década y dan trabajo a 1,3 millones de personas.