Piqué promete “estudiar ayudas” para el sector

El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, ha prometido “estudiar medidas" para actualizar los planes de ayudas a la compra de coches. El actual Plan Prever acaba en diciembre y el Gobierno todavía no sabe qué va a hacer para incentivar la renovación del parque móvil. El sector automovilístico, representado por Anfac, ha vuelto a reclamar ayuda gubernamental.

Hace meses que Josep Piqué y los portavoces de Anfac mantienen un altisonante diálogo a través de diferentes foros. Hoy, por fin, se han visto las caras. La “encerrona" tuvo lugar hoy en un hotel de Madrid, durante la presentación del libro conmemorativo de los 25 años de Anfac, la patronal de los fabricantes de coches.
Allí, en presencia de la mayor parte de los dirigentes de la industria española del motor, Jesús Ruiz-Beato, presidente de Anfac, presentó ante Piqué sus principales reivindicaciones. Destaca la petición de elaborar un nuevo Plan Prever que renueve eficazmente el parque móvil. También es conocida su pretensión de que se acabe con el impuesto de matriculación, una tasa que hace que la fiscalidad de los coches sea peor en España que en Europa.
Ruiz Beato se permitió el lujo de recordarle a Piqué que la automoción ingresa 20.000 millones de euros al año en las arcas de Hacienda, con lo que, considera, “si somos clave en la economía española, tenemos que estar bien atendidos por la Administración".
Por último, el presidente de Anfac reclamó nuevamente que se aumente el grado de flexibilidad del mercado laboral para que las fábricas españolas puedan ser más competitivas. Tras el “vapuleo" al que fue sometido, Josep Piqué hizo gala de sus dotes para el regate verbal. Encajó las reclamaciones de Anfac y, ante la flor y nata del sector, se las arregló para prometerlo todo sin concretar nada.

El ministro pidió a los presentes que mantengan el esfuerzo realizado por la industria en los últimos 25 años, un esfuerzo que, según él, ha dado magníficos resultados. Si se hace, “no hay nada que temer a medio y corto plazo".
En cuanto a las reivindicaciones de Ruiz-Beato, Piqué se limitó a repetir su discurso de los últimos meses: su ministerio está dispuesto a renovar el Plan Prever y, para ello, estudiará un informe que Anfac le ha hecho llegar con las necesidades de esta renovación. Además, se “compromete a intentar convencer al resto del Gobierno de esta prioridad". Es necesario reseñar que este último compromiso de Piqué levantó las risas de los asistentes al acto.

Se ríen los directivos porque llevan un año oyendo al ministro decir lo mismo y llevan casi el mismo tiempo oyendo al ministerio de Hacienda decir lo contrario. Según el Fisco, los resultados del Prever no han sido tan buenos como se esperaba, con lo que no es rentable y no se le pueden destinar fondos públicos. Para no disgustar a todos, Josep Piqué adelantó que el Gobierno prepara nuevos planes de ayuda a la Investigación, el Desarrollo y la Inversión. Dentro de estos programas, la automoción tendrá un lugar “prioritario".

También habló el ministro del asunto de la fiscalidad y, si bien reconoció que el impuesto de matriculación es un lastre, recordó al sector que en otros impuestos relacionados con el uso del coche (circulación, contaminación, hidrocarburos…) España paga menos que otros países, con lo que se compensa el problema. No obstante, Piqué anunció que el Gobierno se plantea la forma de equilibrar ambas partes de la fiscalidad, la que grava la compra y la que grava el uso. Esto podría ser la antesala de un descenso de la tasa de matriculación, pero también de una subida en otros gravámenes.

Por último, Piqué habló de la flexibilidad laboral, una idea que considera deseable para garantizar la competitividad de las fábricas españolas. Sin embargo, se mostró cauto y aseguró que hay que negociar la flexibilidad desde el diálogo social. Las palabras del ministro estuvieron muy lejos de la combatividad de días pasados. Incluso se desdijo de sus intenciones de proponer una reforma del Estatuto de los Trabajadores. “Sería un error hacerlo a estas alturas de la legislatura", confesó.

El acto que reunió a Piqué con la gente del motor tenía como propósito festejar el primer cuarto de siglo de Anfac, una asociación que nació en 1977, cuando, como recordó su presidente, el mercado español de la automoción todavía estaba sujeto al régimen de contingentes y precios vigilados.

De aquel panorama en que sólo había 164 coches por cada 1.000 españoles hemos pasado a una situación envidiable. La industria del motor española es la tercera de Europa y la quinta del mundo. Fabrica cada año 2,8 millones de coches y exporta 2,3 millones, con lo que agrupa el 5,7 por ciento del PIB y el 26 por ciento de las exportaciones del país.
Además, el motor da empleo directo a más de 71.000 personas y, directa o indirectamente, al 10 por ciento de la población activa. Como recordó con claridad Jesús Ruiz-Beato, la automoción ingresa 20.000 millones de euros al erario público, una cantidad astronómica.

Todos estos datos y muchísimos otros se recogen en el libro “Anfac, 25 aniversario", una publicación que la asociación ha elaborado para celebrar esta efemerides. El volumen, bellamente ilustrado, repasa la historia de la automoción española desde sus primeros pasos hasta la vanguardia actual. Ha sido confeccionado y producido por Serviediciones, una división de la editorial Motorpress-Ibérica, empresa editora de Autopista Online.