La primera de las radiales de Madrid estará en septiembre

Las autovías radiales absorberán el 35 por ciento del tráfico de acceso y salida de la capital, y se calcula que el conjunto de las autovías será utilizado por 800.000 vehículos diariamente.

La primera de las radiales de Madrid estará en septiembre
La primera de las radiales de Madrid estará en septiembre

A finales de septiembre, y tras dos años de retraso, el proyecto del Ministerio de Fomento de dotar a la capital de autovías radiales será un hecho. La R-2, que unirá Madrid con Guadalajara, y la M-50 serán las primeras en entrar en funcionamiento. Los restantes 281 kilómetros de autovías, que descongestionarán las actuales carreteras nacionales I, II, III, IV y V, se abrirán antes del verano de 2004.

El proyecto, que ha contado con una inversión de 2.400 millones de euros, consiste en seis autovías: la M-50, las cuatro radiales y el Eje Aeropuerto.

Los directores generales de las cuatro empresas concesionarias aseguraron ayer que en diciembre, y según lo previsto, se abrirán la R-5 y la M-50, entre las nacionales de La Coruña y Andalucía. La R-4 y el resto del quinto cinturón, junto al Eje del Aeropuerto, se retrasan hasta mediados del próximo año.

Sin embargo, la radiales acabarán en la M-40, una vía que continúa sufriendo los mayores atascos de la región, lo que puede provocar que los conductores lleguen antes a las retenciones. Los gerentes confían en que la apertura de la M-50 descongestione esta autovía. Además, existe un proyecto de ampliación de la M-40 con vías de servicio y más carriles. Un sistema de telepeaje permitirá a los conductores realizar el pago en las radiales sin necesidad de detener su vehículo. Consiste en la instalación de un dispositivo electrónico, denominado OBE (On Board Equipment), situado en el interior del vehículo, junto al parabrisas. Mediante antenas instaladas en los peajes, se controlará el paso de cada uno gracias a la identificación del vehículo. Las antenas elevarán las barreras a su paso, siempre que éste sea con una velocidad por debajo de los cuarenta kilómetros por hora.
El dispositivo funciona como una tarjeta de crédito, por lo que cada entidad bancaria será la responsable de establecer los precios.
Los poseedores de este sistema podrán utilizarlo también en el resto de autopistas de pago de toda España, ya que el sistema está homologado.