Fiat despide a 12.300 personas

Por fin se acabó la espera. El grupo Fiat acaba de hacer público en Turín su plan de salvamento, la tabla de náufrago que deberá sacar a la compañía del sumidero en que anda metida. Las primeras conclusiones extraídas de este programa dicen que Fiat se desprenderá de 12.300 trabajadores.

Fiat despide a 12.300 personas
Fiat despide a 12.300 personas

Contradiciendo todo lo dicho en las últimas semanas, Fiat ha decidido soltar lastre y recortar de forma drástica su plantilla. En total, 12.300 personas perderán su empleo en la compañía en todo el mundo. De ellas, 2.800 corresponden a la división italiana del grupo, una parte de la compañía que, en principio, estaba a salvo de los despidos. La reducción de plantilla se llevará a cabo entre 2003 y 2006, periodo en el que se centra el esquema de recuperación propuesto.
A cambio de estos despidos, se contratará a 5.400 nuevos empleados, de los que 1.600 se ficharán en Italia y el resto en otros países. El plan supone también la ya esperada ampliación de capital, que se cifra en 1.824 millones de euros, menos de lo anunciado en un principio. Esta ampliación supondrá la emisión de 386.457.108 nuevas acciones que se ofrecerán a los actuales accionistas a razón de tres nuevas por cada cinco ya poseídas, a cinco euros cada una.

Según los directivos de Fiat, el aumento de capital se lleva a cabo con "pleno apoyo" de los bancos acreedores, los mismos que no quisieron renegociar un préstamo de 3.000 millones de euros reconvertibles en acciones.

Esta negativa original ha pesado también para que el plan de saneamiento no pueda contar con el deseado crédito de 2.000 millones de euros, puesto que los acreedores se niegan a formalizarlo.
Además, en los próximos tres años se ejecutarán recortes de gastos para ahorrar un total de 3.100 millones de euros. Para lograrlo, se cerrarán 12 centros de trabajo, “casi todos en el exterior de Italia".
Como se esperaba, las filiales CNH (agrícola) e Iveco (de vehículos industriales) serán las peor paradas. Esto supone que España, país donde está asentada Iveco con gran fuerza sobre lo que un día fue Pegaso, sufrirá directamente las consecuencias del plan. La historia de Iveco va marcada por una sucesión de golpes que la han dejado al final del camino entregada al capricho de cualquier ejecutivo que necesite recortar gastos. Lo que un día fue Pegaso, un imperio de camiones, pasó a ser Iveco cuando el estado español liquidó la empresa. Desde entonces, con altibajos, la firma ha sobrevivido, pero, en los últimos años las ventas no acompañan y la crisis amenaza con desmantelar todo.
En España, Iveco cuenta con 3.100 empleados repartidos entre Madrid y Valladolid. Además, funciona un centro de Investigación y Desarrollo en Barcelona, donde también está Irisbus, la filial de autobuses, que tiene 430 empleados. Irisbus surgió cuando se unieron las divisiones de autobuses de Fiat y Renault V.I.

Un portavoz de Iveco en España ha explicado a la agencia Efe que habrá que esperar un tiempo hasta ver cómo afectan estas decisiones a la empresa en España. De momento, mantienen la calma.

Si todo sale bien, para 2006 se habrán invertido 19.500 millones de euros en modernizar la compañía y lanzar una nueva gama de productos. En concreto, 9.100 millones se dedicarán a los coches que compongan su futura gama. Ya se habla de un monovolumen que sustituya al Multipla y de un gran todo terreno.
Otros 7.900 millones se invertirán en I D, mientras que 1.800 se gastarán para reestructurara las operaciones productivas.
Tras este esfuerzo, en 2006 la empresa deberá volver a tener beneficios y logrará el equilibrio presupuestario.

Los casi 9.000 millones de euros que van a recaudar por la venta de activos contribuirán decisivamente a la obtención de estas metas.

Satisfacción y opositores
Para Umberto Agnelli, el nuevo patrón de Fiat, la situación es de “crisis", pero confía en el nuevo proyecto. Agnelli dedicó palabras de elogio a Giuseppe Morchio, consejero delegado de Fiat y muñidor de este plan de reflote. Por su parte, Morchio ha explicado que su propuesta es “prudente, concreta, realista y realizable".

Sin embargo, no todo han sido parabienes. Las primeras reaccines no han tardado en llegar y lo han hecho desde los sindicatos. El líder de Fiom, la primera fuerza obrera de Italia en el sector de la metalurgia, ha expuesto su preocupación y asegura que el plan fracasará porque "es el cuarto plan industrial en tres años presentado por el cuarto equipo dirigente del grupo".
Además, los agentes sociales se han dado prisa en recordar que, si se suman a estos recortes todos los despidos desde hace un año, la cifra de personas que se han ido de Fiat subirá a 20.400 personas.

Otro tipo de oposición ha llegado desde la prensa. El diario Financial Times ha criticado el plan de Fiat, al que acusa de no resolver los problemas de fondo, sino que se limita a operaciones cosméticas.
La bolsa tampoco ha respondido con el entusiasmo esperado.

Como es sabido, Fiat arrastra una crisis multimillonaria que le ha llevado a perder en el primer trimestre del año 699 millones de euros, mientras que en 2002 cerró el ejercicio con 4.263 millones de pérdidas. Además, ha tenido que despedir ya a 8.000 personas y vender activos por valor de 9.000 millones de euros para frenar las deudas.