Chrysler, una víctima más de la guerra de precios

Chrysler, filial del gigante automovilístico DaimlerChrysler, está en apuros. No sólo no va a cumplir las expectativas de alcanzar un beneficio operativo de 2.000 millones de euros, sino que, además, probablemente obtendrá unas pérdidas cercanas a los 1.170 millones de euros, según prevé la propia firma.

La fuerte guerra de precios y los incentivos utilizados por las marcas para conseguir más ventas en Estados Unidos están dando sus primeros frutos. Sin embrago, no se puede decir que estos frutos sean los esperados, al menos para Chrysler.

La firma, que forma parte del grupo DaimlerChrysler (DC), registrará unas pérdidas aproximadas, según los cálculos de sus propios analistas, cercanas a los 1.200 millones de euros. Esta cifra se sitúa cuanto menos bastante lejos de sus iniciales previsiones, que registraban unas ganancias de unos 2.000 millones de euros. Estos datos suponen que unos 3.200 millones de euros dejarán de entrar en las arcas de esta compañía. En Estados Unidos, las ventas de coches han descendido un 6 por ciento en mayo, respecto al mismo mes de 2002, a pesar de los incentivos de poder pagar los coches sin intereses hasta en cinco años. Las ventas del grupo han ido descendiendo durante el último año poco a poco. En el segundo trimestre de 2002 se situaron en 39.337 millones de euros, tres meses después bajaron a 36.338 millones para repuntar en el cuarto trimestre y volver a precipitarse en los dos últimos trimestres. Según los datos de DC, entre enero y marzo de este mismo año se han registrado unas ventas por valor de 33.697 millones de euros –5.640 millones menos que en el mismo periodo del pasado año-. Este descenso en las ventas provoca necesariamente una bajada en la producción, para adaptar la oferta a la demanda. Eso hace posible que, en breve, asistamos al cierre de alguna factoría o, al menos, a alguna reducción fuerte de la efectivos.