Sacyr ya es dueño de las autopistas nacionales

La lucha por la privatización de la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) ya tiene vencedor: Sacyr, con una oferta de 1.586 millones de euros, se ha hecho con la concesión, que le reportará, según espera el consorcio, “cuantiosos beneficios".

Finalmente no fueron cuatro, sino tres las ofertas presentadas para la privatización de ENA, un proceso que comenzó en noviembre de 2002. Entre ellas, la del consorcio formado por Sacyr-Vallehermoso (50 por ciento), SCH (20 por ciento), Caixanova y Caixa Galicia (con un 10 por ciento cada una), Torreal (5 por ciento) y El Monte (con otro 5 por ciento) fue la mejor con diferencia, ya que superaba en un 44 por ciento el mínimo -1.100 millones de euros- exigido por SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).

La segunda mejor fue la propuesta por Ferrovial, Europistas, Caja Madrid y Unicaja, con 1.450 millones, mientras que el grupo FCC-Acciona pujó con 1.370 millones, insuficientes para superar los 1.586,33 de Sacyr. Finalmente, OHL, con Apax Partners, Abertis (resultante de la fusión de Acesa y Áurea) y las autopistas portuguesas Brisa presentaron un sobre en el que anunciaban que no iban a realizar oferta alguna. Entre las obligaciones que el consorcio ganador tendrá que cumplir durante cinco años se encuentra la de permanecer como socio mayoritario, mantener los fondos propios de Enausa, establecer la continuidad de la sede social en España y de las participaciones actuales en las filiales Audasa, Aucalsa y Autoestradas (sin disminuir su concurso en Audensa), así como conservar la plantilla fija y sus condiciones laborales. También debe asumir los 1.200 millones de euros de deuda que pesan sobre ENA. A pesar de estos compromisos –garantizados por un aval de 36 millones de euros que aportarán las empresas del grupo-, Sacyr ha asegurado que la compra de ENA es “muy rentable", pues los ingresos que se generarán a lo largo de la concesión superarán los 25.800 millones de euros y situarán la rentabilidad del capital invertido en un 10 por ciento. Además, la compañía presidida por José Manuel Loureda espera contar con 2.508 km de autopistas en explotación y ha indicado que esta operación supondrá un incremento del 61 por ciento en la facturación en el área de concesiones. Asimismo, le permitirá acometer desde una posición más competitiva la segunda fase del programa de autopistas de peaje que licitará Fomento, cuyo inicio está previsto para el segundo semestre de este año. El efecto de la compra –según afirma- será casi nulo en las cuentas del grupo en 2003 y aportará un beneficio neto en 2010 de unos 45 millones de euros.La financiación de la operación se realizará mediante dos créditos asegurados por SCH y Ahorro Corporación Financiera. El importe total será de 1.300 millones de euros: 1.200 se estructurarán a largo plazo (22 años) y otros 100 a medio plazo. Los 286 millones restantes serán aportados por los socios. Con esta compra, el consorcio de convierte en el segundo grupo español de autopistas, tras Abertis.ENA es propietaria del 100 por cien de las autopistas Audasa (Tudela-Irurzun), Aucalsa (León-Campomanes) y Autoestradas (A Coruña-Carballo), así como del 50 por ciento de Audenasa (Ferrol-frontera portuguesa). Además, gestiona el 11,7 por ciento de Accesos a Madrid, el 9 por ciento de Autopista Central Gallega, el 10 por ciento de Madrid Sur, el 11,9 por ciento de Concesionaria de Lagos (Chile) y el 51 por ciento de Operaciones de Lagos. En la actualidad, tiene concesiones de 472,3 kilómetros, de los que 437 están explotados y el resto permanecen en construcción. El consejero de Infraestructuras del Gobierno autónomo asturiano, Juan Ramón García Sedaces, anunció ayer que presentará un recurso contencioso administrativo contra la privatización de ENA, en la que se integra la Autopista Concesionaria Astur-Leonesa (Aucalsa).

En opinión de Secades, esta operación constituye un “gravamen" para los intereses asturianos. Además, según ha asegurado, el proceso ha incurrido en un “fraude de ley" al “meterse todo en un paquete", para obviar la consulta a las comunidades autónomas.

Secades apuntó que esta privatización es un “disparate", ya que la teoría de apostar por el peaje “se justifica cuando existen vías alternativas, lo que no sucede en el caso de la autopista de Huerna", principal carretera de comunicación entre Asturias y León. En su opinión, el camino debería haber sido “rescatar la concesión".