Galileo recibe su aprobación definitiva

Tras una interrupción de varios meses, debida al conflicto de intereses entre los miembros de la Agencia Europea del Espacio (ESA, en sus siglas en inglés), el proyecto Galileo se ha puesto definitivamente en marcha. Finalmente, España ha conseguido una participación mayor que la ofrecida por los socios en la entidad y será el quinto principal contribuyente.

Galileo recibe su aprobación definitiva
Galileo recibe su aprobación definitiva

Los miembros de la ESA aprobaron ayer, en una reunión celebrada en París, la resolución que desbloquea el programa Galileo de localización por satélite, paralizado desde hace meses por la falta de acuerdo entre los integrantes del organismo.

El problema surgió al establecer la participación de cada país. España, que pretendía contribuir con un 11 por ciento, vio cómo sus aspiraciones se reducían al entrar en juego Reino Unido, lo que obligó a reajustar las aportaciones de todos los socios. Los líderes del programa (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) querían dejar intacta su cuota (un 17,5 por ciento) y que los recortes se aplicaran al resto de los estados, una solución poco razonable para nuestro país, que veía su canon reducido hasta el 9 por ciento. Ante esta situación, España llegó a advertir extraoficialmente que sería difícil impulsar de nuevo el programa si no se atendían sus peticiones. Este conflicto provocó que el proyecto estuviera a punto de morir de éxito; Galileo estuvo bloqueado hasta ayer, cuando los socios llegaron a un acuerdo que amplía la participación de España hasta el 10,14 por ciento. Nuestro país aportará 56,1 millones de euros de los 553 necesarios para poner en marcha la fase de desarrollo y validación del programa, que se extenderá hasta 2005.

Hasta ese año también serán necesarios otros 550 millones de euros, otorgados por la Unión Europea, que servirán para construir las instalaciones terrestres, cinco satélites (de los 30 totales, 27 operativos y tres de reserva), el software y la mayoría del sistema.

Los “perjudicados" en este tira y afloja de participaciones han sido los países más grandes. Cada uno de ellos aportará 415,7 millones, entre el 17,3 y el 17,35 por ciento del total presupuestado, ampliado para dar cabida a las aspiraciones de España y Bélgica. Ésta, animada por el triunfo español, también ha conseguido aumentar su cuota del 4,5 al 4,79 por ciento. El siguiente paso de esta fase de Galileo será la creación de un consorcio ESA-UE (se trata de la primera ocasión en la que los Quince forman una empresa común) para gestionar su desarrollo, idear su estructura de funcionamiento y crear un operador para el sistema.Mientras llega esta alternativa europea al GPS estadounidense –con el que competirá inevitablemente-, ha comenzado a funcionar Egnos, un dispositivo que mejora las señales de las redes norteamericana y rusa. Gracias a este proyecto (afirma el diario “El País"), podrán aumentarse las utilidades comerciales, como la navegación en los automóviles y el control de flotas de transporte.

Galileo mejorará estas aplicaciones cuando, en 2008, entre definitivamente en funcionamiento. Sus 30 satélites (que girarán alrededor de la tierra en tres órbitas, situadas a 23.600 km de altitud) se destinarán a la gestión del tráfico aéreo, marítimo, por carretera e incluirá dispositivos de ocio, pasando por usos militares. Cada usuario, con un receptor adaptado al sistema, estará en todo momento en el campo de visión de varios satélites, que determinarán su posición con un margen de error inferior al del GPS. Las aplicaciones permitirán, incluso, localizar excursionistas perdidos o determinar qué taxi de una flota está más cerca del cliente que lo solicita. Dos centros de control, instalados en Europa, vigilarán el funcionamiento de los satélites y administrarán el sistema de navegación. Según la Comisión Europea, el proyecto creará 150.000 empleos directos e indirectos y abrirá un mercado de 10.000 millones de euros anuales. Su coste total será de 3.300 millones de euros y en su puesta en marcha participarán varias empresas españolas (Hispasat, Aena, Indra, GMV, Sener, Eads-Casa y Alcatel Espacio), asociadas en el consorcio Galileo Sistemas y Servicios.

El primer satélite se lanzará a finales de 2004 o principios de 2005, según informó ayer Franco Bonacina, portavoz de la ESA. Antes de diciembre de 2006 se pondrán en órbita cuatro más y, en 2008, los 30 deberían funcionar.