Rover, la última joya de la corona británica

Rover sólo costó 10 libras, pero ahora quiere convertirse en el fabricante más rentable de toda Europa y -lo que antes parecía una utopía- continuar siendo británica.

Rover, la última joya de la corona británica
Rover, la última joya de la corona británica

No cotiza en bolsa, es propiedad de sus trabajadores, pero se ha convertido en una de las empresas más importantes de Reino Unido. Tras la venta de BMW, MG Rover sobrevive como el único automovilísitica británica que no está en manos extranjeras y, además, sólo produce en suelo patrio (en la planta de Longbridge). En la época de la globalización, esta fidelidad parece de ciencia ficción. Sin embargo, según Stewart McKee, miembro del comité de dirección de la empresa, no sólo es posible, sino que también será muy rentable. En declaraciones al diario Expansión, McKee ha asegurado que Rover no se venderá nunca y siempre será británica: "Rover tiene futuro como empresa independiente. Nunca se venderá ni saldrá a bolsa. Seguirá siendo británica", ha destacado. El objetivo que se han marcado no sólo les permitirá seguir en Inglaterra, sino que les convertirá -como afirman- en el fabricante más rentable de Europa. En la actualidad, apenas controla un uno por ciento de cuota del mercado continental, y arrastra una deuda multimillonaria desde 1.999. El objetivo se presenta -por tanto- de lo más difícil. Eso sí, el año pasado redujeron sus números rojos un 47 por ciento (hasta 144 millones de euros) y está realizando una importante campaña para atraer a más clientes. Así, en España lleva meses ofreciendo un crédito cero para todos aquellos que compren sus coches. La debilidad de la libra y su exclusividad les favorece. Sólo monta 11 modelos de muy pequeño volumen en su fábrica, por lo que se aprovechan de economías de escala. Acaba de firmar un acuerdo con el fabricante indio Tata para producir un coche más pequeño. El próximo año sacará al mercado el sustituto del Rover 45. Su comercialización se convertirá en un termómetro para comprobar el futuro de la compañía.