El Salón de Barcelona consigue un récord de visitantes

"Es el Salón de los records". Barcelona ha cerrado sus puertas con un éxito de visitas: más de un millón de personas han acudido a la muestra. La anterior edición pasó inadvertida, pero, esta vez, el certamen catalán ha apostado por convertirse en "uno de los mejores del mundo".

El Salón de Barcelona consigue un récord de visitantes
El Salón de Barcelona consigue un récord de visitantes

La fecha estaba muy bien elegida: el salón coincidía con el Gran Premio de Fórmula Uno, por lo que muchos combinaron la visita a Montmeló con un paseo por la Fira (entre ellos, el mismísimo Juan Pablo Montoya, piloto de Williams, o Bernie Ecclestone, el presidente de la Fórmula One Managemnet). El escenario se cuidó al milímetro: esta vez estaban todos y no como en la anterior edición, cuando los importadores no acudieron a la cita por "problemas de espacio". El espectáculo invadía cada rincón y, sobre todo, había novedades que exhibir: se presentaron a nivel mundial 4 modelos (entre ellos, el espectacular Seat Cupra GT) y más de setenta coches se podían ver por primera vez en nuestro país. Barcelona había dado con la fórmula del éxito. Según datos oficiales, desde el 26 de abril hasta ayer -4 de mayo- más de un millón de personas han visitado el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona. Con estas cifras, la cita catalana está en condiciones de rivalizar con citas tan importantes como Ginebra o Detroit. Al menos, así lo creen sus organizadores: "Esperábamos un gran éxito, porque nuestras expectativas así nos lo indicaban, pero los ciudadanos han respondido en masa y nos han empujado a una cifra récord difícil incluso de igualar. El de 2003 es el Salón del Automóvil de los records, en todos los aspectos, una fiesta del motor sin precedentes que ha colocado a nuestra ciudad al primer plano internacional", ha destacado Enrique Lacalle, presidente del comité organizador. Barcelona necesitaba el apoyo del público, porque en su anterior edición -2001- apenas 800.000 personas acudieron a la cita. Faltaban los importadores, es decir, no se podían ver en sus pasillos los espectaculares Ferrari o los Maserati o los Rolls-Royce, que tantas pasiones levantan. Sin embargo, en esta ocasión se han resarcido. Todavía no se sabe cuántas personas aprovecharon el salón para comprar un coche, pero la cita de visitantes parece prometedora. Además, en un período crítico para el sector, muchos fabricantes lanzaron un mensaje optimista para la industria española: España -según varias firmas- no deben temer la competencia de los países del Este y Barcelona está llamada a convertirse en una meca del diseño automovilístico (Subaru y Fiat -según anunciaron- podrían diseñar pronto sus coches en la Ciudad Condal).Si no pudiste acudir, no te preocupes. Nosotros hemos seguido el salón día a día: no te pierdas nuestro especial.