Ayer mismo dábamos cuenta en Autopista Online de un informe presentado por Comisiones Obreras en el que se denuncia lo que a su juicio es una “falta de racionalidad en el sistema de ayudas estatales" al sector de la automoción. Además, los representantes de la industria aprovechan cada ocasión que tienen para pedir subvenciones, rebajas fiscales y más apoyo público a la innovación tecnológica y el desarrollo. Por si fuera poco, ayer mismo el Partido Socialista se sumó a estas quejas y críticas y presentó en el Senado una pregunta parlamentaria en la que se reclamaba al Gobierno información sobre su evaluación del futuro del sector en España.Ante este malestar y, sobre todo, ante lo que puede ser el principio de una deslocalización de la industria asentada en España (casos Seat-Eslovaquia, Michelin, Lear…), el Gobierno ha reaccionado con energía.Arturo González, director general de Política y Tecnológica, aprovechó una entrega de premios para dejar caer una noticia muy esperada: el ministerio de Ciencia y Tecnología prepara un nuevo Plan Nacional de ayudas al sector del automóvil. Este programa, que se encargará de promover la investigación, el desarrollo y la innovación estará pronto en vigor y tendrá validez entre 2004 y 2007.
Según Arturo González, el plan servirá para dar continuidad al que estuvo en vigor hasta hace poco, un sistema de ayudas que repartió en el sector 250 millones de euros, un dinero que benefició a más de 500 proyectos de innovación presentados, sobre todo, por los fabricantes de componentes, el subsector más robusto de la industria nacional.
Para la dirección general de política Tecnológica, el automóvil es el apartado “más estratégico que tenemos" en el tejido industrial del país, con lo que el Ministerio tiene muy claro que debe apoyarlo con toda su firmeza.En esta misma línea se enmarcó la respuesta que el Gobierno trasladó al PSOE en el Senado. Los socialistas, a través del senador Carlos Chivite, habían preguntado al Gobierno sobre las medidas que pensaba adoptar para impedir la fuga de inversiones en el sector. Al PSOE le preocupa especialmente la entrada de los países de Europa del Este en la Unión Europea, lo que permitirá abrir el Mercado Único a estados donde los costes de producción, especialmente los laborales, son mucho más bajos que en España.
El Gobierno ha contestado a través del ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, quien ha manifestado que la ampliación de la Unión no es “una amenaza, sino una oportunidad" para el sector.
Según Zaplana, el automóvil es el ramo más exportador de España, acumulando el 26,6 por ciento de las ventas del país, supone un 3,3 por ciento del PIB y emplea al 10 por ciento de la población activa. Estos datos dejan clara, a juicio del ministro, la fortaleza de este mercado en España y, asegura, no permiten hablar de crisis en ningún caso: “es uno de los sectores más competitivos de Europa".
Para el Gobierno, las estadísticas señalan que “las multinacionales confían en el futuro de la automoción en España" y demuestran “la solidez de la economía nacional".
En consonancia con el plan que prepara Ciencia y Tecnología, Zaplana habló de la necesidad de que el Gobierno apueste por la inversión, el desarrollo y la innovación, una tríada “necesaria para mantener la competitividad".
