Opel Meriva

El nuevo monovolumen de Opel ya está en la calle y posee muchos argumentos para hacerse un hueco importante en un segmento que se desarrolla a gran velocidad. El recién estrenado sistema de asientos FlexSpace, que permite configurar el espacio interior según deseemos, puede ofrecer al conductor de una a cinco plazas mediante unos sencillos pasos. Las motorizaciones del Meriva también se adaptan a todas las necesidades, mientras que su precio se ajusta, prácticamente, a cualquier bolsillo: llega el “minivolumen" –casi- a la carta.

Opel Meriva
Opel Meriva

El secreto de la flexibilidad del Meriva está en el ejercicio, aunque no nos referimos al físico, claro está, sino al que han desarrollado los ingenieros de la marca alemana hasta conseguir que la distancia entre ejes de este modelo sea sólo 64 mm inferior a la del Zafira. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el “hermano pequeño" del monovolumen de siete plazas es 27,5 cm más corto, lo que demuestra que el aprovechamiento del espacio ha sido especialmente cuidado. El mismo esmero se ha puesto en el diseño exterior, que otorga al nuevo modelo un aspecto robusto y estable –gracias a unos marcados pasos de rueda- y que le ha hecho merecedor del “Premio de Diseño MPV", otorgado por el Instituto Británico de Ingenieros de Vehículos.

En las pruebas dinámicas hemos podido comprobar si la estabilidad que transmite el Meriva tras la primera impresión es tal y no nos ha decepcionado: las suspensiones consiguen un agradable compromiso entre la comodidad y la efectividad (aunque, tratándose de un vehículo con vocación familiar, es lógico que se inclinen más por la primera) y una dirección rápida y precisa permite inscribirse sin vacilaciones en las curvas, donde el Meriva se muestra ligeramente subvirador, si bien este comportamiento puede corregirse sin problemas.Las dificultades vendrán a la hora de afrontar los giros cerrados hacia la izquierda. En estos casos, el conductor encontrará su visión limitada por el pilar que une el parabrisas con la ventanilla adicional delantera. Aunque proporciona luminosidad al habitáculo y aumenta la sensación de amplitud, el parabrisas está muy echado hacia delante (en aras del diseño) y la columna que lo integra en la estructura del vehículo pasa directamente ante los ojos del “piloto" que tendrá que trazar los virajes con especial cuidado.Es una de las pocas desventajas de un puesto de conducción casi intachable: los asientos son cómodos y admiten múltiples regulaciones -además de sujetar el cuerpo con corrección-, los relojes del cuadro de mandos son claros y se leen con facilidad y los materiales empleados en el salpicadero ofrecen una buena impresión. En la consola central, como suele ser habitual en los modelos de Opel, una pantalla digital muestra las operaciones realizadas en el sistema que controla el Radio-CD, el ordenador de a bordo y el navegador (opcional).