Rolls-Royce vuelve a primera línea

Hasta en las mejores familias se atraviesan crisis y, si no, sólo hay que ver el bache por el que ha pasado la legendaria marca Rolls-Royce. Este año, con el lanzamiento del Phantom, el primer producto de la marca británica realizado con BMW, comienza una nueva era para Rolls.

El Rolls-Royce Phantom es mucho más que un coche, es un símbolo; pero no sólo del lujo y de una forma de vida accesible para una escasísima minoría, sino del principio de una nueva época para la marca británica.El stand de Rolls en Ginebra está presidido por este nuevo modelo, primer producto fruto de la supervisión y del diseño de BMW (propietaria del fabricante inglés desde el día 1 de enero de este año).El impresionante Phantom, que luce un precio de 315.000 euros (unos 53 millones de nuestras ya casi olvidadas pesetas), equipa un propulsor V12 de 6,8 litros, que ofrece una potencia de 460 CV. Gracias a esta mecánica, que, además, cuenta con el sistema Valvetronic de BMW, se permite una velocidad máxima de 240 km/h y puede alcanzar los 100 km/h desde parado en 5,9 segundos (no hay que olvidar las 2,5 toneladas del Phantom). El propulsor cuenta con el apoyo de una caja de 6 velocidades. Sus consumos, aunque no sean demasiado importantes en un modelo de estas características, están en una media de 11 litros a los 100 km.