La Opep no quiere aumentar su oferta de petróleo

Ayer, en una jornada de terror y adrenalina, los intermediarios del mercado petrolífero llevaron el crudo hasta los 40 dólares, una cifra espeluznante que no se vivía desde los tiempos más duros de la Guerra del Golfo, en 1991. La Opep contribuyó a desquiciar los nervios cuando hizo saber que no pensaba aumentar su oferta de petróleo para tranquilizar los mercados.

La Opep no quiere aumentar su oferta de petróleo
La Opep no quiere aumentar su oferta de petróleo

Los países de la Opep lo tienen muy claro: no quiere ser los paganos de esta crisis de nervios que recorre las bolsas occidentales y que está provocada por lo que ellos consideran una guerra “occidental" o, al menos, americana.

Álvaro Silva Calderón, secretario general del cártel, explicó ayer en Viena que, a su juicio, el mercado dispone de suficiente petróleo para abastecerse, con lo que el único motivo para este encarecimiento que vivimos es la especulación derivada de la amenaza de guerra. Quiere decir el directivo que los intermediarios acaparan barriles para forzar una subida de los precios y vender con mayor margen de beneficios. Esta es la razón del nerviosismo que domina los corros de compra y venta, donde la volatilidad de los precios es extrema. Silva considera que esta situación está exclusivamente provocada por el temor fundado a que estalle una guerra con Irak. Cuando empiece el conflicto, el mercado perderá de golpe los más de dos millones de barriles que Irak vende cada día, con lo que los precios subirán mucho más. Antes de que suceda eso la gente acumula crudo y hace que suban los índices. La Opep no quiere abrir más sus grifos para frenar esta especulación motivada por la guerra.

Los países petroleros confían en controlar la situación y garantizan que no habrá desabastecimiento. Saben que pueden suplir la ausencia de Irak sin problemas con sólo aumentar un poco su ritmo de extracciones, pero no quieren hacerlo a no ser que sea indispensable. Consideran que no está en su mano parar la guerra, con lo que deben ser otros los que contribuyan a calmar las aguas.
Silva Calderón asegura que mientras la Opep controle la producción los países occidentales no tendrán que echar mano de sus reservas estratégicas, una solución arriesgada que se ha barajado en los últimos días. Claro que el político venezolano no se atreve a precisar lo que sucederá en los mercados si estalla la guerra: “eso no lo saben ni los que propician la guerra. Sólo Dios lo sabe". Con la negativa de la Opep producir más crudo a corto plazo, la situación en las bolsas se volvió desesperada. En Nueva York, el petróleo ligero de Texas subió hasta los 40 dólares en una mañana de locos. El nivel que tocó el precio no se recordaba desde 1991, cuando Kuwait estaba invadido por los iraquíes en la primera Guerra del Golfo. Después, por la tarde, los intermediarios recogieron beneficios y vendieron, con lo que las tarifas bajaron levemente hasta los 37,25 dólares por barril. Con las reservas de crudo estadounidenses en mínimos, el mercado americano es un polvorín. Cualquier rumor hace que los “brokers" se alteren y se produzcan movimientos de pánico que fuerzan subidas tan espectaculares como la de ayer. Por un momento se temió que el precio pudiera llegar a su límite histórico: 41,42 dólares.En Londres pasó algo parecido, pero menos agitado. En Europa la tensión bélica es menor y el mercado no la padece tanto, con lo que el día fue menos duro: se llegó a los 33,80 dólares y, después, se quedó en 33,27, el precio más alto desde 2000.Los precios son tan altos que nadie duda de que la barrera de los 40 dólares se supere apenas empiecen a caer bombas sobre Irak. A partir de ahí, ningún analista sabe qué puede pasar. Se habla de barriles a 50 dólares y aun más caros, pero son puras especulaciones.
Si la Opep se mantiene neutral, Occidente contará con un buen aliado para frenar la escalada. Pero algunos de sus miembros ya pedían hace dos días que se sacase crudo de la circulación para ahogar a los países “agresores", como se hizo en 1973.

Esta vez no parece que la situación sea tan grave, sobre todo porque Kuwait y Arabia Saudí, dos de los grandes productores, están del lado de Estados Unidos y odian a Sadam Hussein. Con Venezuela convaleciente de su huelga general de un mes, Hugo Chávez no está en condiciones de ponerse en contra de Estados Unidos. En esta situación, sólo Libia e Irán se oponen a la guerra desde la Opep. Su peso en la organización no es tanto como para superar al de los saudíes, con lo que el cártel no se moverá para frenar el ataque. A pie de calle, esta larga crisis prebélica resulta ya muy costosa para los bolsillos de los conductores. En los últimos dos días ha vuelto a haber subidas: en España, la gasolina sin plomo ya roza el euro por litro, mientras que el gasóleo camina por territorios nunca pisados: cuesta 0,72 euros de media, un precio inédito.

Las petroleras que operan en España explican que habrá subidas en los próximos días, porque, si no trasladan a los surtidores la subida de precios del petróleo, entrarán en pérdidas en sus divisiones de venta de refinados.