Incluso antes de que entrara en vigor, cualquier persona podía encontrar en Internet diversas ideas para evitar el pago de la tasa impuesta por acceder al centro de Londres: conducir pegado al vehículo de delante o llevar las matrículas sucias (para evitar que las cámaras puedan leerlas) eran algunas de ellas. Sin embargo, una semana después de la aplicación del peaje, los londinenses se han decantado por emplear placas falsas en sus coches, según el diario “The Independent".
Estas primeras prácticas ilegales están surtiendo efecto: decenas de conductores que no han circulado por la zona delimitada están recibiendo multas –de hasta 126 euros, casi 21.000 pesetas- en sus domicilios. El motivo: no haber pagado la tasa correspondiente. Estos ciudadanos han tenido la mala suerte de que su matrícula haya sido duplicada y empleada para transitar por Londres y, ahora, tendrán que demostrar que no usaron su coche para desplazarse por los 21 km2 que se encuentran bajo un peaje de 7,50 euros diarios. La polémica desatada por la medida londinense se ha trasladado a Alemania: a pesar de las advertencias de Bruselas, que tiene dudas respecto a la legalidad del impuesto, el país centroeuropeo ha decidido aplicar, desde el 31 de agosto, una tasa que grave la circulación de camiones por las autopistas germanas.
El precio será de 15 céntimos de euro por kilómetro recorrido, aunque Berlín podría introducir excepciones para aquellos conductores que demuestren haber llenado sus depósitos de combustible en gasolineras alemanas. Con esta medida se evitará un doble gravamen, pues el carburante ya soporta un impuesto ecológico extra.
El peaje, que afectará a los camiones de más de 12 toneladas, será controlado mediante un sistema único en el mundo, basado en un satélite y ondas electromagnéticas. Los transportistas podrán hacer efectivos los pagos a través de Internet o en cualquiera de las 4.500 terminales que se instalarán en las autopistas.
El Bundesrat (Parlamento) alemán aún tiene que aprobar la tasa, con la que el país prevé una recaudación de 3.500 millones de euros anuales, que se invertirán “mayoritariamente" en proyectos de infraestructuras, según Manfred Stolpe, ministro de Transportes.
Sin embargo, Bruselas no ve con buenos ojos este gravamen, pues tiene dudas respecto al destino de los ingresos. Loyola de Palacio, comisaria europea del sector, ha anunciado que está dispuesta a recurrir al Tribunal de Justicia si aprecia que el peaje es contrario a la libre circulación de bienes. Además, De Palacio anunció que no está a favor de “discriminar" el transporte por carretera.
Por su parte, Stolpe ha manifestado que quiere llegar a un acuerdo con la Comisión y argumenta que Alemania ha tardado más que otros países de la Unión Europea en imponer este tipo de tasas.