Los fabricantes estadounidenses defienden los SUV

Hace unos días dábamos cuenta de la iniciativa de la NHTSA, la Agencia Federal de Seguridad Vial de Estados Unidos, para poner de acuerdo a fabricantes de todo terreno ligeros, los llamados SUV, aseguradoras y legisladores sobre los niveles de seguridad que deben cumplir estos coches. Los constructores se han sentado a discutir desde una postura muy clara: los SUV no son tan peligrosos como los pintan.

Los fabricantes estadounidenses defienden los SUV
Los fabricantes estadounidenses defienden los SUV

La Alianza del Automóvil, asociación que reúne a los principales fabricantes de Estados Unidos, defiende los intereses de la industria en esta mesa de trabajo. Su portavoz, Rober Strassburger, ha salido a los medios para dejar clara la posición de las marcas. En su opinión, los SUV son al menos tan seguros como los turismos normales en muchos casos, como en choques frontales, traseros y laterales, que, según sus datos, constituyen el 97 por ciento de los choques.
Reconocen los fabricantes que los todo terreno ligeros son peores en vuelcos, pues llevan el punto de gravedad más alto, y en colisiones con turismos, pues resultan muy agresivos. Estos son los dos apartados que más ha criticado la NHTSA, cuyo responsable llegó a decir en enero que no se compraría un SUV ni aunque fuera el último coche del mundo.

Pese a coincidir con la Administración en que los SUV fallan en esos puntos, Strassburger no quiere ni oír hablar de una solución de carácter legislativo. Considera que la industria ha demostrado suficiente capacidad de reacción para solucionar esos problemas sin que sea necesaria la intervención de los legisladores. Para apuntalar sus afirmaciones, el directivo de la Alianza explica que el número de muertes por vuelco en los SUV disminuye mucho más rápido que en los turismos normales. De hecho, desde 1995 ha descendido un 15 por ciento, frente a un 7 por ciento que ha bajado el índice de los coches normales. Este descenso se debe al esfuerzo tecnológico que han recibido los SUV, con la presencia de barras antivuelco y controles de estabilidad.

Strassburger cree que los principales retos que les quedan por resolver son todavía los vuelcos, que tienen que ser menos frecuentes, y la compatibilidad en caso de choque con turismo, que todavía es muy desfavorable para estos últimos. Una estrategia para reducir estos riesgos son los “crossover", esos coches que mezclan las características típicas de un SUV con las formas de un turismo. Lo que se consigue es bajar el punto de gravedad y reducir así el riesgo de vuelco.

Administración, fabricantes y aseguradoras siguen adelante con este debate sobre la seguridad de los todo terreno ligeros, los coche más de moda en Estados Unidos. En las próximas semanas habrá novedades interesantes para este rentable segmento.