Los talleres pierden cuota en el mercado de recambios

La consultora DBK ha elaborado un estudio en el que se muestra cómo empeora la salud de los talleres de reparación general: estos centros perdieron ocho puntos de cuota en el mercado del recambio libre durante los últimos cinco años.

Aunque en 2001 aún controlaban el 64,9 por ciento del sector –no hay datos definitivos para 2002-, los talleres de reparación han perdido un 8 por ciento de cuota de mercado en el segmento del recambio libre, empujados por el avance de las nuevas formas de distribución, como los “autocentros" o los hipermercados.

Los primeros controlan el 6 por ciento de las ventas de este tipo de repuestos, mientras que los segundos se han hecho con el 5 por ciento de las transacciones. Ambas clases de establecimiento (así como los talleres de mecánica rápida, con el 4 por ciento de las ventas) han obtenido la porción de mercado de la que se ha visto privada la reparación tradicional. Según DBK, la participación de la nueva distribución en el sector seguirá aumentando, por lo que los talleres de reparación general continuarán con la tendencia asociacionista observada últimamente, para competir en mejores condiciones. El resto del mercado se reparte entre los servicios oficiales, con el 14,6 por ciento de la cuota, los “recambistas" (el 4 por ciento), los concesionarios de automóviles (el 1 por ciento) y los mayoristas, con el 0,1 por ciento del sector.

La consultora afirma que el segmento del recambio libre ha pasado por una “notable desaceleración" durante los últimos años –de hecho, en 2001 creció un 5,2 por ciento, frente a la subida del 9,2 por ciento registrada en 2000-, debida, entre otros factores, a la caída de precios que ha traído el incremento de la competencia. Asimismo, la concentración empresarial (tanto de distribuidores como de montadores y reparadores) y el auge de nuevas fórmulas de distribución han influido en este retroceso.

Por el contrario, el mercado de recambios de marca ha seguido aumentando durante los últimos años (en el ejercicio 2001 subió un 11,1 por ciento, hasta los 1.900 millones de euros) y continúa controlado, en su mayoría –un 92 por ciento- por los fabricantes de automóviles.