La Opep estudia abrir el grifo durante la guerra

La Opep está estudiando la posibilidad de suspender su sistema de cuotas de producción durante la guerra con Irak con el fin de sostener el precio del crudo y compensar la falta de petróleo iraquí.

El retraso de la guerra con Irak ha provocado que la cotización del crudo Brent, el de referencia en los mercados europeos, se haya relajado. Así, el precio del barril descendió unos 50 centavos hasta situarse en los 32 dólares.

Este descenso, según los expertos, ha sido influido por la semana de manifestaciones pacifistas en todo el mundo y por el anuncio de Venezuela, el quinto exportador de crudo mundial, de que en marzo recuperará sus niveles habituales de producción. ¿Adiós a las cuotas?
Sin embargo, la incertidumbre continúa y los expertos ofrecen su peculiar visión de la situación. Así, una fuente anónima de la Opep señala que la organización está valorando la idea de suspender las cuotas máximas de producción de sus miembros durante la guerra para compensar la ausencia de exportaciones de crudo iraquí (unos dos millones de barriles diarios). Según una fuente anónima citada por La Gaceta de los Negocios, “Uno o dos países podrían ofrecerse para compensar la pérdida de abastecimiento produciendo al máximo de su capacidad, aunque necesitarían la aprobación de los otros miembros. Sería una exención temporal, sólo por el tiempo que lleve compensar la pérdida iraquí y enfriar el precio del crudo en el mercado". Tras la guerra, la cuota máxima volvería a establecerse en los 24,5 millones de barriles al día. Irán, por su parte, ya está pensando en las consecuencias tras el conflicto. Según su ministro del Petróleo, Bijam Namdar Zanghaneh, la Opep deberá reducir su producción en tres o cuatro millones de barriles diarios para evitar la caída de los precios. Un barril por encima de los 40 dólares
Una opinión totalmente opuesta es la que mantiene el Centro Internacional de Estudios Energéticos en su informe mensual. Este organismo sostiene que los precios del crudo subirán bastante en caso de guerra. “El mundo corre el riesgo de quedarse sin los dos millones de barriles diarios que exporta Irak y a lo mejor también sin una parte de las exportaciones de Kuwait justo cuando el barril de crudo cotiza bastante por encima de los 30 dólares y las existencias de petróleo en los países consumidores están en un nivel anormalmente bajo". Al hilo de este informe, varios analistas han pronosticado que el barril podría superar los 41,5 dólares, cifra máxima a la que se llegó en 1990, meses antes de la Guerra del Golfo. En este clima de tensión, la situación de las economías de los países de la UE no invita al optimismo. El portavoz del comisariado de Economía de la UE, Pedro Solbes, ha avanzado que Bruselas reducirá sus previsiones de crecimiento económico para la zona euro en 2003, aunque no se ha decidido la amplitud de la revisión. El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, ahondó en esta posibilidad aunque ha indicado que “nadie sabe si las incertidumbres van a convertirse en algo concreto. Habrá que ver la situación, la duración de cualquier acto hostil, su intensidad, sus efectos sobre los precios del crudo y su duración".