Nissan defiende su modelo salarial doble

La batalla abierta entre Nissan Ibérica, los sindicatos y los tribunales de justicia pasará a la historia del derecho laboral español. Su trascendencia rebasa los límites del mundo del automóvil y, de seguir así, afectará a todos los trabajadores del país, estén en el sector que estén. Nissan defiende su derecho a flexibilizar como guste sus costes salariales, aunque sea pagando menos dinero a los nuevos trabajadores que se incorporen a la plantilla.

Nissan defiende su modelo salarial doble
Nissan defiende su modelo salarial doble

Para ampliar la producción de su fábrica de Barcelona y lanzar la furgoneta Primastar, Nissan planeó readmitir a un centenar de trabajadores que había despedido meses antes en régimen de regulación de empleo. Sin embargo, negoció con el comité de empresa unas condiciones muy particulares para la readmisión, condiciones que se recogieron en el convenio colectivo de la compañía. El texto establecía que los nuevos trabajadores cobrarían un 17 por ciento menos que el resto, una desigualdad que sufren un centenar de empleados. Es decir, se establece una doble escala salarial: mismo trabajo, distinto sueldo.
Comisiones Obreras, que nunca estuvo de acuerdo, denunció ante la justicia esta cláusula y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña la declaró injustificada y ordenó su derogación. El Tribunal Superior motivó su sentencia diciendo que la fijación de un salario un 17 por ciento menor no se puede establecer por la fecha de contratación de un trabajador. También argumentó que el acuerdo del convenio no genera empleo neto, por que tampoco se justifica la rebaja salarial.

Ante esta decisión, Nissan no se ha quedado quieta. Su primer movimiento fue congelar todos los salarios y paralizar las contrataciones en Zona Franca. Por si fuera poco, ayer dábamos cuenta de cómo ha deslizado amenazas hacia los trabajadores dejando caer que el futuro de la fábrica no está del todo asegurado. Además, ha anunciado su intención de recurrir la sentencia del Tribunal Superior catalán. El debate abierto resulta muy interesante. Para los trabajadores y para CC.OO., supone abrir la puerta a cualquier capricho de las empresas a la hora de regular a su antojo las relaciones laborales. Para la empresa y cierto sector patronal, la decisión del Tribunal es muy perjudicial para todas las compañías en suelo español, pues les impide ajustar sus costes a los vaivenes del mercado. Además, consideran que los jueces no han tenido en cuenta el esfuerzo de Nissan por conservar los puestos de trabajo.
Los empresarios se quejan de que no se valore el mal momento de la economía y el cada vez más acusado movimiento de huida de las empresas hacia mercados laborales más baratos, como Europa del Este Para Nissan Ibérica, el centenar de trabajadores afectados por este caso no es un problema grave. Pagarles ese 17 por ciento de más sólo supondría un incremento del 0,19 por ciento en los costes laborales de este año. Sin embargo, las dificultades están en el medio plazo. En unos meses, Nissan deberá decidir qué fábrica asume la tarea de ensamblar el nuevo Terrano. La de Zona Franca estaba muy bien colocada por su productividad y por las facilidades salariales que habían logrado. Sin embargo, la sentencia cambia este panorama.
Fabricar ese modelo requerirá unos 800 trabajadores más. Si entran con el salario completo, la rentabilidad ya no será la misma. Ahí está el verdadero poso de este enfrentamiento y ésa es la posibilidad que Nissan no quiere aceptar.El sindicato UGT, que firmó el convenio junto con el sindicato de Nissan, se muestra muy preocupado por la posibilidad de que Zona Franca no reciba el Terrano. Esta central sindical cree que la doble escala salarial es el mal menor que hay que asumir a cambio de garantizar el empleo de toda la plantilla y de 800 personas más.
Los ugetistas han recordado a Comisiones Obreras lo que sucede en Seat, compañía que va a trasladar parte de la producción del Ibiza a Eslovaquia en represalia a la falta de flexibilidad de los trabajadores de Martorell. UGT considera que es necesario aceptar las condiciones de Nissan para evitar que las inversiones huyan de Barcelona y sea peor el remedio que la enfermedad. El líder de Comisiones Obreras en Cataluña, Joan Coscubiela, ha mantenido que –en su opinión- “las políticas industriales no pueden condicionar el derecho de igualdad que establece la Constitución". Aceptar que los últimos 105 trabajadores que se han incorporado cobren un 17 por ciento menos que los demás sería “un retorno al período anterior a 1978", ha añadido.

Además, el secretario general del sindicato ha cifrado en 436.678 euros (casi 73 millones de pesetas) el coste de igualar el sueldo de los nuevos empleados al del resto de la plantilla –a partir de una masa salarial total de 219,78 millones de euros al año, 36.400 millones de pesetas-. Coscubiela ha comparado esta cifra con la subida que se realizó, al margen del convenio colectivo firmado en junio del año pasado, en las nóminas de 300 supervisores de las cadenas de producción, que supuso 589.140 euros (98 millones de pesetas), según los datos de la memoria de la compañía correspondientes al ejercicio de 2001.

Coscubiela ha sugerido que las compañías deberían abordar “otras estrategias competitivas", basadas en la innovación tecnológica, el diseño, la formación de los trabajadores y la mejora de los procesos productivos, en lugar de la reducción de sueldos de los empleados. “No tenemos inconvenientes en reducir costes, pero no sólo los de personal", ha manifestado.