Los combustibles suben, pero menos durante 2003

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) acaba de hacer público el estudio global realizado durante el pasado año referente a los precios de los combustibles en la Unión Europea. Según este documento, el coste de gasolina y Diesel ha subido en España en 2003, pero menos que en el resto de Europa.

La gasolina sin plomo sufrió un encarecimiento durante el pasado año en nuestro país de 0,60 céntimos; en la UE la subida media se situó en 0,91. Con el gasóleo ha pasado tres cuartos de lo mismo: mientras que en España el litro de Diesel ha subido 0,82 céntimos, en Europa el incremento se ha colocado en 0,96 céntimos. El precio medio de la gasolina sin plomo ha sido de 81,88 céntimos de euro por litro, mientras que el Diesel se ha situado en 69,65. Esto significa que, respecto a las medias europeas, en España el precio de ambos combustibles se ha incrementado, pero un 17,3 y un 12,8 por ciento menos, respecto a la media de la UE.

Del precio total por litro de la gasolina sin plomo, un 62 por ciento corresponde a impuestos. En el caso del Diesel, el porcentaje desciende al 56 por ciento. Esto significa que los gravámenes del Estado “ayudaron", en buena parte, al aumento del precio de este bien. Uno de los factores que componen el coste de los combustibles son los márgenes comerciales. Si bien éstos son bastantes amplios, respecto al total del precio por litro, durante el pasado 2003, supusieron un 14 por ciento. Otro de los componentes que conforman el precio total del combustible es el relativo a la cotización internacional de referencia. Como el euro se ha revalorizado frente al dólar (moneda de referencia en la que se realizan las transacciones con petróleo), la incidencia de este factor ha sido más bien escasa. En el mercado global, las bolsas continúan a la expectativa después de la decisión de la Opep de recortar la producción, lo que implicará un aumento del precio del crudo que, tarde o temprano, revertirá en una nueva subida del precio de los combustibles.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) ha decidido esta misma semana que va a recortar la producción mundial de crudo, porque “oficialmente" el invierno ha terminado en los países del hemisferio norte y la demanda de energía bajará en los próximos meses. Detrás de esta posición hay una decisión política. La campaña política en Estados Unidos ya ha comenzado y uno de los grandes temas es el aumento o descenso del precio de los combustibles.

Esta muestra de fortaleza de la Opep frente a EE.UU. pretende demostrarle a Bush que en temas de política internacional también la economía juega un importante papel. Es una forma de apoyar a uno de sus países miembros, Iraq, en el que hay impuesto un Gobierno provisional de origen estadounidense, cuya gestión no es del agrado de los principales países de cártel petrolero y, sobre todo de los iraquíes.

El secretario de Energía estadounidense, Spencer Abraham, ha comunicado que el presidente Bush ha mantenido conversaciones con algunos de los países de la Opep para conseguir un cambio en la decisión de recortar la producción. El Gobierno de Estados Unidos cree que el actual precio del crudo es excesivo y precisamente este enunciado ha sido tomado por John Kerry, rival demócrata en la carrera hacia la reelección de Bush, para afirmar que el presidente “prometió que presionaría a la Opep para rebajar los precios, pero desde entonces los problemas sólo han empeorado y la solución ha sido rendirse".

Kerry echa en cara a Bush que no ha fomentado en ningún momento de su mandato una alternativa a las energías renovables, que podrían dotar a EE.UU. de la independencia que necesita frente a los países, sobre todo en materia de petróleo.

México, por su parte, ha confirmado que seguirá los dictados de la Opep y, con el objetivo de estabilizar el mercado petrolero en el mundo, reducirá su cuota de producción. Por el momento, se desconoce en qué cuantía bajará su producción este país, que no es miembro de la Opep, y cómo será recibida esta decisión en el país vecino, Estados Unidos, muy interesado en su “oro negro".

Desde Francia, el director general de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Claude Mandil, ha acusado a la Opep que querer estimular, con su decisión de recorte, la especulación y los precios elevados en el mercado petrolero mundial. En palabras de Mandil al diario Le Monde, “¿Quién alimenta la especulación sino las restricciones a la producción?"

Para el director general de la AIE, es necesaria la creación de la política destinada a garantizar el precio fijo del crudo durante largos tiempos, con el fin de evitar las consecuencias negativas de las continuas fluctuaciones en la economía mundial. La bajada de la producción prevista por la Opep, efectiva desde hoy mismo y fijada en 1 millón menos de barriles al día, amenaza a la actividad de las refinerías, según la AIE.