Sainz, a Citroën

Tras varios meses de dudas, de rumores y de negociaciones, por fin se ha resuelto el futuro inmediato de Carlos Sainz: el madrileño, bicampeón mundial de Rallies, seguirá en la competición el año que viene y estará al volante de un Citroën Xsara, uno de los vehículos que –según se presume- será uno de los referentes en el Mundial 2003.

Al fin, Carlos Sainz está en Citroën, el equipo que, en opinión de la mayoría de los aficionados, mejor se adapta al piloto madrileño. Los seguidores del bicampeón mundial se llevaron una desilusión cuando, a mediados de septiembre, la marca gala anunció que el hombre elegido para su formación (en la que ya se encontraba confirmado Sebastien Loeb) era Colin McRae. Sin embargo, las negociaciones llevadas a cabo han permitido que el escocés siga teniendo como compañero al español.

La llegada de Sainz a Citroën significa varias cosas. En primer lugar, contará con un vehículo muy competitivo (así lo atestiguan sus participaciones en el Mundial de Rallies 2002), que aún hay que seguir desarrollando. La marca de los chevrones afrontará en 2003 su primera temporada completa en la máxima categoría de la especialidad y será inestimable la ayuda del español, quien -a sus casi 41 años y tras 17 temporadas en la competición- está considerado como uno de los pilotos que mejor prepara un vehículo. En esa “puesta a punto" jugarán un papel importante los ingenieros del fabricante galo: por primera vez, Sainz pilota para un fabricante, no para un equipo subcontratado, y los medios son mayores.

Como en toda negociación, las partes tienen que ceder en determinados aspectos y el madrileño, que ya había anunciado que no le importaría recortar su sueldo, ha visto cómo su nómina sufría una rebaja. Sin embargo, el descenso también afectaba a los honorarios de Luis Moya, su compañero en el Mundial, y el gallego ha dicho adiós a la competición. Moya ha asegurado que no se trata sólo del “vil metal" -“los rallies se estaban convirtiendo en algo peligroso", ha afirmado-, pero el resultado es el mismo: después de más de 12 años, no volveremos a verlo al lado de Sainz.

Cuando Nicky Grist, a finales de la temporada pasada, dijo adiós a McRae, el escocés recurrió a su anterior copiloto, Derek Ringer, quien también le acompañará en 2003. Sainz, tras la “separación" de Moya, ha elegido al navegante que tuvo en el Rally de Cataluña: Marc Martí, quien afrontará una dura prueba, ya que llegará a Montecarlo sin apenas tiempo para adaptarse al sistema de notas del madrileño.

Con todos estos cambios, muchos se preguntan si, al fin, Carlos Sainz podrá renovar su título como campeón Mundial de Rallies. Cuenta con un vehículo nuevo y competitivo –sus máximos rivales serán su “hermano" Peugeot y el renovado Subaru-, medios suficientes y sigue siendo un piloto que puede estar entre los primeros en cada carrera. El nuevo sistema de puntuación (en el que los ocho primeros clasificados, en lugar de seis, suman tantos), prima menos la victoria -sólo hay dos puntos de diferencia entre el primero y el segundo-, pero, como el propio madrileño apuntó en la entrevista concedida a Autopista Online, “habrá que esperar para ver cómo es".