El pasado mes se matricularon 114.506 vehículos, lo que supone un aumento del 7 por ciento respecto al mismo período del año anterior y convierte a los últimos 31 días de 2002 en el mejor diciembre de la historia. Además, este incremento en las ventas –propiciado por las campañas de descuento de las marcas- ha permitido que la caída generalizada del mercado se suavice: según las cifras de las asociaciones españolas de Fabricantes (Anfac), Concesionarios (Faconauto) y Vendedores (Ganvam), a lo largo del año pasado se matricularon 1.331.878 automóviles en nuestro país –93.695 menos que en 2001-, lo que significa un descenso del 6,6 por ciento. La mayoría de estos vehículos (un 57,5 por ciento) equipaban motores Diesel. A pesar del dato negativo, Luis Valero, director general de Anfac, ha calificado el ejercicio de “razonablemente positivo" y ha señalado que 2002 ha sido el cuarto mejor año en ventas de turismos (por detrás del espectacular 2001, con 1,43 millones de matriculaciones, 2000 y 1999). Sin embargo, no se puede caer en un optimismo desenfrenado, pues, en 2003, las previsiones apuntan hacia la estabilidad del mercado. Así lo ha señalado el presidente de Aniacam (que cifra el descenso de las transacciones en un 6,5 por ciento), Germán López Madrid: “Hay ciertos indicadores que nos permiten ser positivos, pero nos enfrentamos a una situación mundial que abre enormes interrogantes y que determinará la evolución del sector en los próximos meses". Asimismo, López Madrid ha asegurado que “el comportamiento global del mercado ha sido peor de lo que indican las cifras, pues el consumo privado ha caído mucho. Esta circunstancia afecta directamente a la rentabilidad de todo el sistema: fabricantes, marcas, concesionarios, agentes…", ha añadido. De hecho, la demanda de los particulares y empresas es uno de los datos que invita a la reflexión; los primeros recortaron sus pedidos en un 7,4 por ciento, casi un punto por encima del mercado global. La demanda de las compañías alquiladoras, por su parte, logró recuperarse a finales de año –debido a “una oferta con un mínimo coste para los alquiladores", según el presidente de Aniacam- y ha cerrado el período con una caída del 1,6 por ciento. El Plan Prever también ha presentado un balance negativo en 2002, con 272.781 operaciones efectuadas, un 18,6 por ciento menos que en el ejercicio anterior. Aunque, en principio, terminará el 31 de diciembre de este año, Renault –el constructor más vendido en España, con 168.081 matriculaciones (lo que significa un descenso del 6,7 por ciento respecto a 2001)- ha asegurado que sería deseable una prórroga. Asimismo, el director comercial en nuestro país de la marca del rombo, Jean Pierre Laurent, ha señalado el efecto euro como uno de los factores causantes de la caída en el mercado automovilístico, además del menor incremento de la actividad en Europa y Estados Unidos. A todo esto hay que añadir la incertidumbre de una guerra contra Irak y la desconcertante situación de Venezuela, que ha provocado fluctuaciones en el precio de los carburantes. El segundo fabricante con más matriculaciones en nuestro país ha sido Citroën –cuyo modelo Xsara ha sido el más vendido a lo largo de 2001 (87.791 unidades)- seguido por Peugeot, Seat y Opel. Muy pocas marcas han conseguido aumentar sus ventas en el año recién terminado: BMW (con un incremento del 22,9 por ciento), Jaguar, Mercedes, Volvo, Toyota y Mazda son las más destacadas. Las ventas de todo terreno alcanzaron las 6.631 unidades el pasado mes de diciembre, registrando así una caída del 8,7 por ciento respecto al mismo período de 2001. A lo largo de 2002, las matriculaciones de este tipo de vehículos descendieron un 7,5 por ciento, llegando a las 73.766 unidades.
Las matriculaciones de turismos caen un 6,6 por ciento en 2002
El incremento en las ventas de coches durante el mes de diciembre ha provocado que se haya suavizado la caída general del mercado, cuyo descenso respecto al año pasado ha llegado al 6,6 por ciento. Este dato, según Aniacam, es “razonablemente positivo", aunque no es suficiente para echar las campanas al vuelo: en 2003, las previsiones apuntan hacia la estabilidad.
