Las cámaras en los semáforos reducen los accidentes en Barcelona

Las siete cámaras fotográficas que instaló el Ayuntamiento de Barcelona en otros tantos cruces del Eixample -considerados peligrosos- están dando buenos resultados: su efecto disuasorio ha contribuido a reducir el número de accidentes registrado en la zona. El éxito ha llevado al Consistorio de la Ciudad Condal a anunciar que 40 ó 50 semáforos más contarán con estos dispositivos.

Las cámaras en los semáforos reducen los accidentes en Barcelona
Las cámaras en los semáforos reducen los accidentes en Barcelona

Desde marzo, las siete cámaras instaladas en diferentes semáforos de Barcelona han fotografiado a 1.750 vehículos (turismos, furgonetas y motos) que pasaron cuando el disco ya estaba en rojo. Las correspondientes multas han supuesto unos ingresos de 157.765 euros (más de 26 millones de pesetas), pero, según los responsables del Ayuntamiento de la Ciudad Condal, lo más importante es el impacto que han tenido en la mejora de la seguridad vial.

Según han resaltado el concejal de Movilidad, Francesc Narváez, el delegado de Circulación, Pere Navarro, y uno de los miembros del área de accidentes de la Guardia Urbana, Josep Royuela, se ha reducido el número de siniestros registrado en los cruces en los que se colocaron los dispositivos. Las cifras presentadas hablan por sí solas: los choques han bajado de 14 a 4 (un 71 por ciento) desde que se instalaron las cámaras, mientras que otro tipo de infracciones, como adelantamientos incorrectos o giros indebidos, han sufrido una caída del 34 por ciento. Además, no se han producido accidentes con víctimas mortales y el número de heridos también es menor.

Los buenos resultados de esta iniciativa han llevado a sus responsables a afirmar que se instalarán 40 ó 50 nuevas cámaras -con su correspondiente señalización, que advierte de la existencia del control fotográfico en la zona- en el Eixample, aunque aún no hay fecha para su colocación.

Esta medida se complementará, a partir de enero, con el emplazamiento de ocho radares que podrán situarse en 22 puntos distintos en los cinturones Litoral y de Dalt, con el objetivo de controlar el exceso de velocidad de los conductores.

El Ayuntamiento de Barcelona pretende disminuir así el número de accidentes registrados en la ciudad. Esta tarea no será fácil: entre 1997 y 2000 se detectaron 165 cruces peligrosos –aquellos en los que tienen lugar diez o más siniestros anualmente-. Entre ellos se encuentran el situado entre Diagonal y el paseo Sant Joan-Mallorca, con 117 incidentes, y el de Gràcia con Gran Vía (148 choques).