Las motos de la Policía Nacional se estropean por falta de uso

Cientos de motos de la Policía Nacional –consideradas por este Cuerpo como uno de los elementos fundamentales para acercarse al ciudadano- se encuentran paradas. Según denuncian varios sindicatos, muchos de sus scooter están inservibles por falta de uso.

Las motos de la Policía Nacional se estropean por falta de uso
Las motos de la Policía Nacional se estropean por falta de uso

Las motos son el elemento estrella de la denominada "Policía de Proximidad", un contingente creado en 1998 para acercarse a los problemas del ciudadano. Sin embargo, en muchas ciudades de España y, sobre todo en Madrid, cientos de estos vehículos se pudren literalmente en los garajes de las comisarías.

No hay funcionarios suficientes que las utilicen: "la falta de plantilla que llevamos arrastrando desde hace mucho tiempo en Madrid ha provocado que haya un montón de motos paradas durante años", destaca el secretario provincial de Madrid del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Ignacio Cervigón.

Por lo tanto, según señala Cervigón, "la importante inversión que se hizo en las mismas no ha servido para nada". Las comisarías funcionan con tan sólo un 40 por ciento de la plantilla que necesitan, por lo que se ha optado por potenciar los servicios imprescindibles.

Para Ignacio López, portavoz de la Asociación Nacional de Policía, no es nada sencillo resolver este problema: formar nuevos agentes lleva años y hay que reorganizar las plantillas. "La Policía de Proximidad gravitaba en tres pilares: los medios necesarios -las motos-, la dotación presupuestaria y la dotación de personal. Al fallar los últimos dos pilares, el proyecto cae por su propio peso", apunta.

Además de la falta de efectivos, los Cuerpos de Seguridad del Estado -según Ignacio López- no tienen la coordinación necesaria y "a veces se solapan".

Los municipales y los guardias civiles, también en números rojos
La Policía Municipal también sufre una importante carencia de agentes. En Madrid, la falta de personal encargado de tareas administrativas ha sacado a muchos agentes de las calles para meterlos en despachos. Ahora, llega una nueva remesa a la capital -100 policías a los que en enero se sumarán otros 250-, pero se estima que no son suficientes.

Por su parte, la Guardia Civil no logra cubrir los puestos que destina a Tráfico. Según informó un portavoz la Asociación Unificada de Guardias Civiles, en los tres últimos años, las plazas en este departamento no se han cubierto, mientras que en ejercicios anteriores las demandas triplicaban las ofertas de empleo. Para dicha Asociación, además de la falta de personal, la Administración les agobia con su "política recaudadora".