España acepta las ayudas de Eslovaquia a Volkswagen

España no ha conseguido bloquear las ayudas que Eslovaquia concede a Volkswagen. Sin embargo, ha logrado que Bruselas limite la cuantía y la duración de las rebajas fiscales que algunos países -candidatos a la UE- otorga a las compañías automovilísticas. Por otro lado, la planta catalana de Martorell (que destapó todo el conflicto) ha recibido una "inyección de tranquilidad": fabricará los nuevos Toledo y León.

España acepta las ayudas de Eslovaquia a Volkswagen
España acepta las ayudas de Eslovaquia a Volkswagen

La futura "Europa de los 25", es decir, una Unión Europea abierta al Este, precisa sacrificios de los nuevos candidatos y también de los viejos socios. Por eso, España ha aceptado las ayudas fiscales que Eslovaquia concede a Volkswagen, a pesar de que -en un primer momento- pueden tener consecuencias para la industria de nuestro país. Sin embargo, el Gobierno popular ha logrado que Bruselas se comprometa a limitar la duración y la cuantía de dichas exenciones. Todo se hará con "luz y taquígrafos": el Ejecutivo eslovaco mandará informes cada seis meses y, a partir de 2008, tendrá que seguir los cánones comunitarios.

Se pone así fin a un conflicto destapado a finales de septiembre, cuando Seat decidió trasladar el 10 por ciento de la producción del Ibiza desde Martorell a Bratislava (la capital eslovaca), aunque la historia no es nueva. Este país al pie de los Cárpatos concede desde 1998 unas condiciones fiscales muy ventajosas a las compañías automovilísticas: una exención del 30 por ciento de la inversión que realice en sus territorios.

Ahora que Eslovaquia quiere entrar en el seno de la Unión, estas ayudas son difícilmente presentables, ya que el resto de países comunitarios sólo pueden conceder rebajas entre un 4 y un 8 por ciento. Sin embargo, el proceso de apertura requiere que el organismo comunitario haga "la vista gorda" con aquellos países más débiles económicamente, como ya ha hecho con Hungría o la República Checa.

Martorell fabricará los nuevos Toledo y León
Desde que empezó la polémica, Andreas Schleef –presidente de Seat- ha reiterado que no habrá despidos en Martorell. Es inevitable que la fábrica catalana pierda la exclusividad de la producción del Ibiza -aseguraba-, pero, a cambio, recibirá el nuevo Córdoba.

Ahora, las perspectivas de futuro de la planta española mejoran: la multinacional alemana ha debatido su PR-51, es decir, su plan de inversión en cinco años. Según este documento, Martorell montará las nuevas versiones del Toledo y León, una noticia hasta ahora desconocida y que supone una "inyección de tranquilidad" para dicha planta (según sus sindicatos).

Además, los compromisos del fabricante siguen en pie: Martorell recibirá 300 millones de euros en 2003 y, a partir de 2004, comenzará a montar un nuevo monovolumen, denominado internamente como SE-359.

VW en Bratislava
El Grupo Volkswagen entró de lleno en Bratislava en 1993, cuando dicha planta dejó de montar en exclusiva modelos de Skoda. Desde entonces, los encargos del fabricante alemán se han ido sucediendo: primero el Passat, luego el Golf y más tarde el Polo (en lo que se consideró otra especie de castigo a la planta navarra de Landaben, que se negaba a aumentar su jornada laboral).

Ahora, produce el Golf, el Bora y el Polo y se prepara para la llegada de modelos de Seat (el primero, el Ibiza que antes sólo montaba Martorell).

Además de las rebajas fiscales que concede a los automovilistas (y de las que curiosamente sólo se ha aprovechado Volkswagen), este país presenta otros atractivos para los fabricantes: una mano de obra bastante barata y cada vez más cualificada. El salario medio en la planta de Bratislava es de 26.000 coronas al mes (619 escasos euros o un poco más de 100.000 de las antiguas pesetas).