La armonización fiscal comunitaria disparará el precio del gasóleo

La Unión Europea quiere crear un impuesto común para el gasóleo en todos los países miembros. Se trata de una tasa única que acabará con las diferencias que se viven a la hora de repostar en el territorio comunitario, pero que –según Asintra (la patronal española del transporte de viajeros por carretera)- provocará un aumento de más del 36 por ciento en el precio del Diesel en tan sólo siete años.

Frits Bolkestein, comisario de Mercado Interior y Fiscalidad, necesita el apoyo de todos los países miembros para sacar adelante la "tasa única del gasóleo": un impuesto de 350 euros por cada 1.000 litros de dicho combustible. Nuestro país será uno de los más perjudicados y, según los cálculos de Asintra</font color="#0000CC">, se podría sufrir un auténtico varapalo fiscal.

Prevén que el precio del Diesel se dispare en los próximos años, hasta aumentar un 36 por ciento su valor de aquí a 2010. Este incremento será el fruto de la amortización fiscal, por lo que la subida será aún mayor, si el precio del crudo se eleva.

Las empresas de transportes de viajeros afrontarán la amortización con desventaja. Asintra asegura que dicho sector funciona con tarifas reguladas, por lo que no puede trasladar la subida a sus precios. Si la armonización sigue adelante, sus costes se elevarán un 7,21 por ciento.

La vieja reivindicación del gasóleo profesional
La armonización fiscal parece inevitable, por lo que las empresas dedicadas al transporte por carretera vuelven a resucitar una vieja reivindicación: la creación de un gasóleo más barato para los profesionales.

Según Asintra, este sector ayuda a reducir el tráfico rodado y a controlar la contaminación, por lo que reclaman medidas fiscales que promocionen el transporte colectivo frente al particular. Los datos les apoyan: el transporte colectivo por carretera -según datos de la patronal- aporta menos del tres por ciento de las emisiones de gases con efecto invernadero que produce el tráfico rodado y sólo consume el 10 por ciento del gasóleo total. Sin embargo, la normativa comunitaria no facilita su creación.

En algunos países europeos persisten exenciones fiscales para los transportistas, aunque éstas son consideradas ayudas del Estado y, por tanto, incompatibles con el Tratado Comunitario. En España, no existen estas subvenciones y el transporte terrestre es el único que no posee un impuesto especial para el gasóleo, ya que el aéreo, el marítimo, los pescadores y los agricultores sí se benefician de precios más bajos.