Los sindicatos de Fiat no aceptan el plan de reestructuración

Pasan los días y la sensación de que una salida alternativa al plan de reestructuración de Fiat es casi inviable es más grande. Los sindicatos rechazaron ayer las medidas anunciadas por la firma italiana, aunque reconocieron con pesadumbre que no habían visto que el Gobierno tuviera alternativas.

Los sindicatos de Fiat no aceptan el plan de reestructuración
Los sindicatos de Fiat no aceptan el plan de reestructuración

Los tres principales sindicatos del país, CGIL, CISL y UIL, se reunieron en el día de ayer con varios dirigentes del Gobierno y la sensación para los representantes de los trabajadores no pudo ser más desoladora.

En primer lugar, las centrales sindicales expusieron al Ejecutivo de Berlusconi que el plan de la Dirección de Fiat es inaceptable y reclamaron que las medidas adoptadas por la compañía, que incluyen el despido de 8.100 trabajadores (con el cierre de la planta de Termini Imerese incluido) y la declaración de crisis para acceder a ayudas estatales, se suspendan.

Amenaza de huelgas
Una forma de ejercer una mayor presión sobre la compañía para que dé marcha atrás a sus planes es mediante los paros. Así, los tres sindicatos citados han llamado a la huelga a todos los trabajadores de la industria automovilística para lograr ese fin.

La esperanza de CGIL, CISL y UIL es que el Estado fuerce a Fiat a tomar otras medidas para acabar con la crisis. Sin embargo, los sindicatos no se mostraron muy esperanzados tras el encuentro con los representantes gubernamentales. El secretario confederal de UIL, Franco Lotto, señaló que las centrales sindicales se encuentran "desconcertadas", ya que habían podido comprobar que el Ejecutivo no tiene plan alguno alternativo a las medidas que pretende llevar a cabo la Dirección de Fiat. "Lo que pretende el Gobierno es iniciar el debate a partir de los recortes anunciados por la empresa, pero eso es inaceptable, porque los recortes no son un plan industrial".

Otra versión de la reunión es la que maneja el ministro de Asuntos Regionales, Enrico La Loggia. El mandatario italiano indicó que Gobierno y sindicatos están "en absoluta sintonía" desde el momento en que ambos piden modificaciones al plan del grupo automovilístico, sobre todo en lo que se refiere a evitar los despidos.

Otro de los representantes del gabinete dirigido por Silvio Berlusconi, el ministro de Economía, Giulio Tremonti, ha señalado que se ha comunicado a los representantes de los trabajadores que se maneja la posibilidad de nombrar a un técnico de prestigio para que se encargue de evaluar el plan industrial de Fiat y tomar decisiones al respecto.

Siguen las movilizaciones
Al mismo tiempo que sus representantes se reunían con el Gobierno, los trabajadores se manifestaban. Unos 1.500 empleados de la factoría de Fiat en Términi Imerese (la que piensa cerrar Fiat) se desplazaron hasta Roma para exigir su derecho a trabajar.