Los accidentes de vehículos sin seguro costaron 81 millones de euros en 2001

El año pasado, el Estado tuvo que desembolsar 80,7 millones de euros (13.427 millones de pesetas) para cubrir los gastos ocasionados por los vehículos que circulan sin el seguro obligatorio. Esta cifra ha subido un 37 por ciento respecto a 2000, pues el número de siniestros en los que intervino una motocicleta o un automóvil sin la póliza correspondiente se ha multiplicado por dos.

El Consorcio de Compensación de Seguros, entidad pública que actúa como fondo de garantía cuando un vehículo sin póliza sufre un accidente, se ha visto obligado a asumir un incremento en los costes derivados de este tipo de siniestros.

La entidad, que ingresa un pequeño porcentaje de los seguros que los clientes pagan a compañías privadas, ha recibido 40.644 expedientes de siniestro provocados el año pasado por vehículos sin póliza (unos 700.000 en toda España, según los cálculos de la Dirección General de Tráfico), frente a los 23.381 registrados en 2000. Este aumento se debe a la proliferación de ciclomotores que circulan sin el justificante correspondiente, ya que sus propietarios deciden no suscribirlo ante el aumento del precio del seguro.

El Consorcio también actúa como fondo de garantía en aquellos accidentes en los que participan vehículos desconocidos, robados o asegurados por compañías en proceso de liquidación. Hasta el momento, ya se han desembolsado 77,7 millones de euros (casi 13.000 millones de pesetas) por los daños ocasionados en estos supuestos.

Este ente público también puede ejercer como empresa privada y cobrar pólizas al completo, aunque sólo admite a los vehículos oficiales y a aquellos que han sido rechazados por, al menos, dos firmas privadas. El año pasado, esta faceta de su actividad aumentó –debido, especialmente, a los cuantiosos ciclomotores de los que tuvo que hacerse cargo, al incrementarse el número de requisitos que el sector privado impone a los motociclistas para aceptarlos como clientes-, aunque las indemnizaciones que tuvo que pagar (24,3 millones de euros, 4.043 millones de pesetas) también sufrieron una subida, que llegó hasta el 36 por ciento.

Los vehículos particulares asegurados por el Consorcio se vieron implicados en 15.112 accidentes y supusieron un gasto de 11,3 millones de euros. La cifra se ha elevado considerablemente, pues hay que tener en cuenta que, en 2000, el organismo público pagó 6,9 millones de euros por 7.870 siniestros.

En el caso de los vehículos oficiales, el número de incidentes se mantuvo en torno a los 11.500, aunque el importe que hubo que abonar por los daños causados creció un 20 por ciento y llegó hasta los 13 millones de euros (2.163 millones de pesetas).