Bush tranquiliza el mercado petrolífero

El presidente estadounidense, George W. Bush, ha dado una nueva oportunidad a la diplomacia y los mercados petrolíferos han suspirado aliviados. Ante el temor de un ataque a Irak, el precio del crudo comenzaba a sufrir una "prima de guerra", ahora el valor del barril se normaliza.

El crudo ha llegado a acariciar los 30 dólares el barril, un precio que no se recordaba desde el

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ataque terrorista a Nueva York y que la mismísima Opep (la Organización de Países Exportadores de Petróleo) considera peligroso para la salud de la economía mundial. Sin embargo, George W. Bush (en la imagen) ha logrado -quizás sin quererlo- calmar los ánimos.

El presidente estadounidense ha dado una nueva oportunidad a la ONU, lo que los analistas han interpretado como un nuevo respaldo a la diplomacia. Los tambores de guerra se alejan, aunque Bush haya subrayado que "una acción (contra Irak) es inevitable", si no cumple las resoluciones del Consejo de Seguridad.

Tras este aviso, Colin Powell, el jefe de la diplomacia estadounidense, se ha lanzado a trabajar y también las Bolsas de todo el mundo. Ayer, el precio del crudo ya había descendido un 3,1 por ciento en Nueva York, una rebaja que se plasmó en los contratos para octubre del Petróleo Intermedio de Texas -el de referencia en todo EE.UU.-.

Además, los analistas tienen más motivos para sentirse esperanzados: el próximo jueves -día 19 de septiembre- la Opep se reunirá en Osaka (Japón) y debatirá si aumenta sus cuotas de producción, una medida que defiende abiertamente la Agencia Internacional de la Energía (que asesora a 26 países industrializados en materia energética).

El cártel esta dividido: Venezuela e Irán, por ejemplo, aseguran que el mercado está adecuadamente abastecido, por lo que se debe seguir con el cerrojazo en algunos pozos. No es la primera vez que la Opep se debate entre sus miembros: si quieres saber cómo negocia esta poderosa organización, no te pierdas este

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reportaje.