La industria del automóvil pide socorro

La caída de ventas de agosto ha puesto a los fabricantes españoles en situación de alarma general. No se pueden permitir que el bache se prolongue mucho en el tiempo, con lo que piden ayuda a gritos. El fantasma de una crisis tan profunda como la estadounidense es demasiado pavoroso para un mercado como el español. Antes de que llegue una situación tan grave, los constructores proponen soluciones como un nuevo Plan Prever.

La industria del automóvil pide socorro
La industria del automóvil pide socorro

Renault, la compañía que más coches fabrica en España, ha sido la más enérgica en su mensaje de auxilio. Ha reclamado la implantación de un nuevo Plan Prever para la compra de automóviles nuevos y usados, así como para la adquisición de motocicletas.

Renault, que lleva vendidos 110.648 turismos matriculados y unos 23.000 derivados del turismo, pide al Gobierno que "estudie con seriedad la posibilidad de implantar otro Prever".
El actual plan de renovación del parque móvil (480 euros por coches para desguace y 721 si eran de gasolina con plomo) estará en vigor hasta finales de 2003. Para después de esa fecha, no hay programas previstos.

Las grandes patronales del sector, Anfac (fabricantes), Aniacam (importadores) y Ganvam (vendedores), también respaldan la petición de Renault. Sus peticiones son de sobra conocidas: más dinero en la subvención, menos condiciones a la hora de acogerse al plan y más atractivos para los compradores.

A vueltas con el impuesto de matriculación
Las reivindicaciones más antiguas de los fabricantes siempre tienen un punto en común: la retirada del impuesto de matriculación, el canon que grava cada operación de compra de coche nuevo. Las marcas llevan años pidiendo que el Estado renuncie a este gravamen para estimular la compra de coches. Sin embargo, lejos de ser abolida, esta tasa se ha transferido ahora a las comunidades autónomas, con lo que su desaparición se antoja muy lenta y laboriosa.
La Unión Europea también mira con malos ojos este polémico impuesto y, a través de la Comisión Europea, trabaja en su sustitución por otro de carácter ecológico, algo del estilo "tanto contaminas, tanto pagas". De aplicarse, sería dentro de 10 años.

Mientras tanto, las ventas de coches nuevos siguen cayendo. En agosto se redujeron un 10,4 por ciento y en lo que va de año el descenso llega ya al 8,8 por ciento. El Gobierno aún no se ha pronunciado al respecto y este silencio enerva aún más a los fabricantes, que se quejan de ausencia de interlocutores por parte de la Administración.