Cataluña promete mano dura con las infracciones graves

Xavier Pomés, conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña ha sido claro y contundente: "seremos muy duros, estrictos en intolerantes con las infracciones de tráfico de riesgo". Así de expeditivos se muestran los responsables de las carreteras catalanas a la hora de enfrentarse al aumento de las muertes en accidente de circulación.

"Ésta es la única vía que tenemos para corregir la siniestralidad y hacer ver que estas negligencias son conductas reprobables", explicó Pomés (en la foto) durante una entrevista en Radio Barcelona recogida por la agencia EFE.

A la Generalitat de Cataluña no le importa que puedan aparecer críticas ante un exceso de dureza por parte del Servicio Catalán de Tráfico y los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica, que ahora vigila las carreteras en aquella comunidad autónoma.

Pomés explica que, desde ahora, se insistirá en el control del exceso de velocidad y en los exámenes de alcoholemia. El conseller asegura que no serán menas "campañas informativas", sino actuaciones policiales exhaustivas.
En este sentido, Pomés se muestra indignado, pues su departamento acaba de cerrar una campaña de fomento del uso del cinturón de seguridad que, aparentemente, no ha tenido éxito. Uno de cada dos muertos registrados en las carreteras catalanas este verano no llevaba puesto el cinturón. "No puede ser", subraya el responsable de Interior. "Ya no se trata de un problema de información, sino desgraciadamente de sanción", remacha.

En los últimos meses, la cantidad de tráfico que soportan las vías catalanas ha crecido un cuatro por ciento y, al tiempo, también se han incrementado los accidentes de circulación.

Cataluña lleva todo el año poniendo en marcha iniciativas para reducir la siniestralidad y perseguir a los infractores más peligrosos. Una de las ideas más polémicas fue la instalación de cámaras con radar en las calles de Barcelona. Su presencia se ha mostrado eficaz en la reducción de la velocidad en las zonas donde actúan.