Contacto: Jeep Grand Cherokee

Con muchas más modificaciones de las que su imagen deja adivinar, el nuevo buque insignia de Jeep presenta una configuración profundamente renovada y con numerosos cambios mecánicos.

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En cuanto a prestaciones, la generosa cifra de par disponible confiere respuesta al acelerador contundente a cualquier régimen, lo que unido a la suavidad de funcionamiento de la nueva caja de cambios autoriza un excelente agrado de utilización. Las cifras de prestaciones obtenidas hablan por sí solas; de 0 a 100 km/h en menos de nueve segundos y de 80 a 120 km/h en tan sólo 6,7 segundos. No debemos olvidar que estamos hablando de un vehículo de casi dos toneladas. Tal vez el único reproche que podamos hacer en este sentido es la falta de bloqueo en el convertidor de par, que produce unos resbalamientos, sobre todo en pendientes, que restan unos enteros en cuanto a agrado de conducción. Capítulo aparte merecen los consumos, y es que, aun teniendo en cuenta que el usuario de este tipo de modelos valora este apartado en un plano secundario, el Grand Cherokee presenta unas cifras mareantes. Las obtenidas en nuestros recorridos habituales se mantienen dentro de unos márgenes razonables, si pueden calificarse de razonables los casi 25 litros que se «bebe» en ciudad. Pero, sobre todo, lo que más llama la atención es lo sensible que resulta a los cruceros elevados. En su ordenador de a bordo hemos llegado a detectar un consumo medio —insistimos, medio, no instantáneo— de más de cuarenta litros circulando a tope. Pero resulta sencillo a velocidades más moderadas movernos entre los 20 y los 25 litros cada 100 kilómetros, lo que, dinero aparte, limita drásticamente la autonomía, a pesar de los 78 litros de depósito. En lo que se refiere a comportamiento, se han revisado las suspensiones, que ahora disponen de un tarado más firme. Esto, unido al excelente trabajo de las estabilizadoras, se traduce en una actitud en curva mucho menos aparatosa. Se ha limitado la inclinación de la carrocería y se han eliminado casi por completo los cabeceos en zonas onduladas, lo que proporciona una sensación de seguridad al conductor mucho más elevada. El eje rígido delantero sigue manteniendo los condicionantes típicos de esta implantación en asfalto. A pesar de su elaborado guiado y a las mejoras introducidas en la dirección, ésta sigue resultando imprecisa y resulta relativamente frecuente tener que llevar a cabo ligeras correcciones de volante para mantener la trayectoria correcta. La mayor firmeza de las suspensiones no representa en absoluto una merma radical en el confort. Diríamos incluso que este ha mejorado ya que mantiene una buena capacidad de absorción y «agita» notablemente menos a los ocupantes en zonas irregulares. En el interior, la tapicería de cuero, la baja rumorosidad y los distintos elementos de confort proporcionan un lujo casi asiático. El nuevo sistema de climatización permite elegir la tempe-ratura al conductor y al pasajero de manera individual. Un sistema de laser mide constantemente la temperatura en cada lado del habitáculo y la ajusta de manera automática. Los asientos —deberíamos decir butacas— ofrecen un excelente diseño desde el punto de vista anatómico y su regulación eléctrica facilita notablemente la búsqueda de la postura más acorde con nuestro gusto. Aquí cabe reprochar una cierta falta de sujeción lateral, ya que aunque cuentan con un diseño envolvente, la superficie poco adherente que proporciona la tapicería de cuero nos obliga a «recolocarnos» con cierta frecuencia en zonas viradas. El nuevo Grand Cherokee puede calificarse de un modelo completamente nuevo, en el que se han mejorado la totalidad de los distintos apartados de su configuración. Un excelente trabajo que, además, viene acompañado de un precio sumamente competitivo con relación a sus rivales de la categoría en la que milita.